Kóblic, sobre los vuelos de la muerte
Por José Luis García
Ricardo Darín, Oscar Martínez e Inma Cuesta son los protagonistas del nuevo filme de Sebastián Borensztein (Un cuento chino, 2011), Kóblic, una historia sobre un duro y controvertido tema que sucedió en la realidad durante la dictadura argentina: los vuelos de la muerte en los que los “subversivos” eran arrojados al mar.
A lo largo de los 40 años transcurridos desde el golpe militar se han hecho varias películas con victimarios como protagonistas, como sucede en ésta, y en lo que se refiere a los mencionados planes aéreos tan macabros, tal vez sea Garage Olimpo (1999) de Marco Bechis, la única que trató sobre estos vuelos, aunque de una forma mucho más sutil a como aquí lo hace Borensztein.
Darín encarna a Tomás Kóblik, un ex-capitán de la Armada que acaba abandonando esas actividades delictivas para refugiarse en Colonia Helena, donde impera la ley del comisario Velarde (Martínez).
Dicho de otra forma, Kóblic es un prófugo, un fugitivo que curiosamente no buscará la redención. Borensztein se negó desde un principio del proyecto a dotar a su protagonista de la relevancia de un héroe o anti-héroe, al darse cuenta de que está abordando una temática hipersensible para muchos posibles espectadores. En la presentación del filme en Buenos Aires contaba que “es un hombre que entra en una enorme contradicción moral, una crisis interna que es el motor emocional de este personaje y de la película. Un hombre que es parte del horror del que él mismo quiere escapar”.
En Kóblic hay un momento en que se produce un acto de rebeldía porque el ex-capitán no puede soportar hacer lo que le están exigiendo y decide huir, arrastrando un peso importante en su conciencia por haber formado parte directa de semejante atrocidad. El relato está narrado en forma de flashback al estilo de western dentro de un tema que es delicado, según el director “porque es lo que te ampara y te da recursos para que la historia no tenga un vuelco moral hacia ningún lado, puesto que moralmente no hay nada que definir ante esto. Está claro de qué se trata. Taciturno y callado, Kóblic es un personaje casi de cine negro”. La película, que es muy específica en lo que está contando, sin embargo no aclara si su protagonista habría pilotado antes otros vuelos parecidos.
Oscar Martínez encarna a un comisario hediondo, sucio y con voz ronca por el tabaco, pero la sorpresa de la cinta la da la actriz española Inma Cuesta con un sobresaliente acento argentino, que no es porteño sino rural y del interior. Quienes ya la han visto en Argentina no salen de su asombro, y Borensztein afirmó que fue elegida por su adaptación a lo que el papel requería debido a su ductilidad. “Nos sorprendió muchísimo -añadía Ricardo Darín-, porque una cosa es en el periodo de casting que estuvo haciendo Sebastián y el equipo, tratando de ver si ella manejaba el acento de forma adecuada, y otra cuando llegó y la escuchamos hablar, que no lo podíamos creer, porque realmente es un fenómeno”.
El estreno de Kóblic en Argentina ha coincidido de manera involuntaria con el 40 aniversario del golpe, tras el que en la dictadura cívico militar hay documentados cientos de vuelos de la muerte como el que el filme relata. La mayor parte del rodaje se produjo en San Antonio de Areco, en la provincia de Buenos Aires, aunque algunas escenas como la del interior del avión fueron tomadas en un Estudio de cine de Cuatro Vientos (Madrid), ya que dos de las compañías productoras son españolas -Atresmedia en asociación con Gloriamundi Producciones-. La dirección de arte del film ha sido muy elogiada por su extrema precisión.
(Fuente: Cinestel.com)