“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

ENTREVISTA


  • Filme argentino Umbral, premiado en Nueva York y con fecha de estreno nacional
    Por Rodolfo Bella

    "Los premios son una motivación extra, pero si no los tengo sigo adelante". Así lo afirmó el director y guionista argentino, de la provincia de Rosario, Claudio Perrin al mencionar la distinción como mejor película de ficción que recibió recientemente su filme Umbral en el Broadway Film Festival de Nueva York y donde participaron más de mil envíos de 23 países.

    El filme está inspirado en la muerte de David Moreira, que fue linchado luego de protagonizar un arrebato en el barrio Azcuénaga. La película de Perrin tiene como protagonistas a cinco personajes de ficción que en distinto grado participaron de aquel episodio que terminó en tragedia y que son interpretados por Claudia Schujman, Miguel Bosco, Gustavo Guirado, Bárbara Peters y Tito Gómez. Filmada en blanco y negro, con un presupuesto de sólo 30 mil pesos solventados por la modalidad de crowdfunding, tendrá su estreno oficial el domingo 10 de septiembre en el cine Monumental durante el 24º Festival de Cine Latinoamericano Rosario.

    —La película ya había tenido un premio en el festival Construir Cine, pero ¿qué significado tiene este premio en el contexto en un festival de cine independiente de Nueva York?

     —Obviamente todo premio es como una caricia al alma, es halagador y también es reconfortante saber que lo que está haciendo uno con los compañeros es correcto, que el camino no está errado. Es lo que me pasa cuando estás en estas cosas. Pero es como lo que pasa cuando somos seleccionados para un festival, a lo mejor sin ganar un premio. Eso ya es un lindo aliciente y motivador. Así que estoy disfrutándolo y siguiendo con la vida cotidiana y pensando. Por momentos uno no lo puede creer y está bueno, son sensaciones encontradas y lindas.

    —¿Cómo llegaron al festival?

    —Nosotros estamos muy metidos en las plataformas de los festivales donde hay como mil festivales de cortos, largos, experimentales. Vamos eligiendo y más que nada nos inclinamos por el cine independiente. Las plataformas solucionan un problema que antes era muy grande como era enviar las películas con DVD, con carpeta y por correo internacional. Y lo hacemos todo a pulmón.

     —Tu película anterior, Bronce, tuvo varios premios y ahora pasa con Umbral, pero ¿qué te genera que el esfuerzo que supone hacer una película no sea reconocido?

    —Cuando no pasa eso... bueno antes me pasaba eso (risas). Yo no me doblego, sigo adelante. Para mí son sueños, cada película es un sueño que tengo. El premio es una motivación extra pero si no los tengo sigo adelante con otros proyectos. No es algo que me impida seguir. Uno a lo mejor se puede detener un poco, deprimirse un poco, pero no me lo permito tanto (risas). Y en ese sentido tengo guiones para hacer dulce, para seguir filmando los próximos diez años. Y cada uno tiene su propio sueño.

     —Como dice Machado, "nunca perseguí la gloria"...

    —A mí no me interesa ni la alfombra roja, ni los festivales clase A... llegado el caso uno participa y bienvenido sea.

    —El disparador fue el episodio en el que murió David Moreira...

     —Fue un caso que me conmocionó bastante. Todo el ambiente que se creó a nivel local y nacional, las barbaridades que hemos escuchado en esas dos semanas me llevó a escribir como una forma de sublimarlo. La película en parte está dedicada a la memoria de David Moreira, pero no está basada en el caso, sino que está inspirada. Ese mismo día, lo pasé mirando noticieros y en un momento, en ese instante que es parte del proceso creativo cuando salen los guiones, me pregunté ¿cómo se va a dormir la gente que cometió este asesinato? ¿Se habrán ido a dormir tranquilos, en paz, deprimidos, se dieron cuenta?

    —¿Qué reflexión hacés de esa violencia que es parte de la sociedad?

    —No es muy esperanzador a nivel social lo que ocurrió esa vez, y que siguió ocurriendo, porque se produjo como un efecto dominó. Pasaron cosas similares en Buenos Aires, Córdoba, y sigue pasando. El robo no está bien. Tampoco llegar a esos extremos en que la gente participe y tome esas decisiones. Eso me parece una monstruosidad increíble. Deténganlo, procésenlo, que se encargue la Justicia, bien o mal, con la Justicia que tenemos. Pero una monstruosidad de ese tipo... Con los actores hablábamos de que cualquiera de esos personajes que le reventó la cabeza podían ser los que te podés encontrar cuando vas a tomar el colectivo en la esquina y que también tiene esa cosa de buen vecino.

    —Como decís, es una monstruosidad, aunque quienes terminan matados quizás podrían justificar su actitud como hacer justicia por mano propia. Desde la mitología griega y la literatura clásica hasta Hollywood, el héroe en general es un justiciero, pero que, de alguna manera, hace justicia por mano propia. ¿El héroe puede ser también un criminal?

    —No lo había pensado desde ese punto de vista, pero sí me parece que la figura del superhéroe en todo caso que hace justicia lo hace en forma bastante individual, no escondido en una multitud de 20 o 30 personas pegándole a una o dos. Ahí no hay heroísmo individual, sino que hay un acto, no sé si de cobardía, pero sí de esconderse en la multitud. A diferencia del héroe o el superhéroe que es reconocible, ves qué hace. Los personajes de la película participan casi directamente y se esconden en la casa ante la llegada de la policía o de curiosos, más que nada por temor a las consecuencias. También hay algo de cobardía en eso que no tiene el héroe en enfrentar las consecuencias. Ellos se esconden para, en todo caso, no caer en cana.

    —Es parte de la civilización controlar los impulsos...

    —Puede ser, las condiciones humanas son indescifrables. Uno nunca sabe... Tampoco me pongo en moralina y digo, "bueno, yo no haría esto". No sé, cuando uno escribe también hay cosas de uno en la escritura. Yo no me siento identificado con los personajes, pero a lo mejor no sé cómo reaccionaría yo si alguien quiere tocar a mi hijo. No lo sé. No hay un acto de decir "estos son así". El que se siente identificado se sentirá mal o bien. Lo que quise hacer es más que nada un reflejo social, lo que somos. Estará bien o estará mal, lo juzgarán las generaciones venideras.

    —La produjiste a partir del crowdfunding...

    — Sí, de de esa forma obtuvimos casi 20 mil pesos y tuvimos que agregar un poco más para una película que habrá costado 30 mil pesos. Temporalmente estoy muy cansado con el otro proceso porque creo que con cada proyecto estar trabajando en carpetas, presupuesto, durante tres o cuatro años buscando financiación... cuando la obtenés, si la obtenés, estaría tan podrido de la historia, de la trama, que pierdo el enamoramiento del proyecto.

    Entusiasmo y más proyectos

    Claudio Perrin tiene en carpeta dos películas. El desentierro, un guion seleccionado en el Festival de La Habana y becado por la Fundación Carolina e Ibermedia, de España, que transcurre en Humahuaca. "Ahora me decidí hacerlo como sea, como hice esta película", afirmó Perrin. El otro es El cuento, una narración distópica ambientada en Rosario.


    (Fuente: La Capital)


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