“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
Tras su elogiado debut con Joven y alocada (2012), la directora chilena Marialy Rivas filmó esta fascinante y al mismo tiempo desgarradora historia, Princesita, ambientada en el seno de una secta en el sur de su país. Miguel (Marcelo Alonso), líder y profeta de una comunidad neo-hippie, autogestionaria y religiosa, ha elegido a Tami (Sara Caballero), una niña de 11 años que vive allí, para que -apenas tenga su primera menstruación- engendre el hijo puro y santo que tanto desea para que sea su heredero y continuador.