“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

ENTREVISTA


  • Verónica Llinás: “Me gusta que los personajes tengan matices”

    En su regreso al cine con La Odisea de los Giles (2019) de Sebastián Borensztein, la actriz Verónica Llinás (La mujer de los perros, Cerro Bayo) interpreta un personaje pocas veces visto en ella, una ama de casa que apuesta al amor y a los sueños de su marido (Ricardo Darín), con un registro totalmente diferente al que nos tiene acostumbrados. “Es muy importante entregarse al director”, afirma a EscribiendoCine en un diálogo exclusivo.

    Te llega la propuesta y ¿qué fue lo que más te atrajo del personaje?

    Que era un personaje bastante lejano a mí, en un sentido, una mujer, que vive en un pueblo, que es ama de casa y que comparte con su marido el sueño de ver cierta prosperidad en el lugar. Es un personaje que yo no transité mucho y que también era inspirador en un momento de la trama, con su fuerza, en segundo plano, pero que arrastra y empuja. Me impactó mucho el peso simbólico del personaje.

    Es como un motivo dentro de la trama…

    Claro, no sé si motivo es la palabra exacta, o sí, como también una fuerza, desde su no estar aporta una fuerza que había sido perdida. Me gustó que es tranquila pero que puede tener un primer plano y una violencia inusitada que nunca ni siquiera ella hubiera imaginado.

    No transitaste este tono anteriormente ¿cómo te encontraste interpretándola? ¿Costó bajar?

    Ahí es muy importante entregarse al director y qué espera del personaje y tratar también de cuando uno se reconoce tan distinta estar atenta a los compañeros, al director, para ver qué necesitan, y también darle una impronta más propia, como por ejemplo cuando muestra las garras o unas formas que no serían las de ellas. Siempre encontré una buena recepción, porque abrí la oreja, a la trama, a ver qué necesita, qué necesita el director, entregándome a esa realidad, ese marido, esos sueños.

    ¿Es más difícil componer desde adentro, desde detalles, y no desde la explosión?

    Es otro camino, no sabría decirte si es más difícil, pero siempre hay un miedo cuando hacés esto, siempre hay que luchar con la sensación de pasar desapercibido, más cuando actores como yo estamos más acostumbrados a la explosión, a personajes más estridentes, y sentís que no estás haciendo casi nada. Pero ahí tenés que entregarte al proyecto, tenés que ser lo que la película necesite, y si estar desapercibido es lo que necesita la película, asumís el riesgo. Me parecía que lo importante era construir el vínculo con el personaje de Ricardo Darín, un vínculo de muchos años, de cariño, de respeto, de compartir sueños, eso era lo lindo, y por lo que ya dice la gente el vínculo se siente, está construido, de mirarse como si se conocieran hace 30 años.

    Hay una escena en un hotel que es de una intimidad pocas veces mostrada en el cine argentino…

    Hay hasta un poco de malicia por parte de ella, malicia amorosa, de “sé que te hincha hablar de esto pero vas a tener que hacerlo”, me gustó que pude poner esa malicia, porque la relación entre ellos era muy amorosa. Había que construir un vínculo creíble, amoroso, no de dominación, sino de paridad, no es que ella está atrás de él como una geisha, sino que es motora, se impulsa desde el deseo, puede calzarse los huevos y ser fuerte.

    Pocas mujeres en el cine argentino son “deseantes”…

    Ella opera toda la película en presencia y en ausencia.

    Son tres mujeres fuertes…

    Somos pocas pero poderosas.

    Son fuerza…

    Sí. Ya escuché algo de eso, no leí el libro, pero creo que en la misma novela estaba la misma cantidad de hombres. Hubo un esfuerzo por parte de la producción, dirección, y de Ricardo, para darle un mejor lugar a la mujer dentro de una historia de hombres. Cuando él me ofreció el proyecto, y me dijo que quería que la haga abrió el paraguas y me dijo: “tiene mucho olor a huevos”. Estuvo el esfuerzo para que no quede relegada la mujer.

    La política y la historia atraviesan el relato, disparan la acción, ¿pero crees que pueden tomarse esos hechos, como acá la crisis de 2001, y construir entretenimiento contando otra cosa? En vez de “la odisea”, acá se podría haber contado “la tragedia de los giles”, por ejemplo…

    Sí, es una película que podría haber sido otra cosa, hay veces que se reflejan cosas para contarlas, o también para jugar y ser una reivindicación, me gusta eso, de reivindicarse, y tener una módica justicia, porque no está la verdadera justicia, y tampoco es que el grupo lucha contra un sistema, sino que el mal está encarnado en un personaje, esto es una historia, no es una película que ha asumido un compromiso histórico.

    Pero muchos van a buscar eso, y más con el elenco dispar que tiene…

    Si, se pueden trazar paralelismos, ver cuál es el mensaje, de hecho se ha hablado de “justicia por mano propia”, y tampoco es eso, es una historia, es una fantasía, como lo son las aventuras de los héroes y anti héroes, no hay por parte de nadie la intención de bajar una línea política, creo que sí el mensaje más claro es, cuando un grupo de gente quiere prosperar económicamente en comunión con otro, no individualmente, sino en generar trabajo para otros, es lindo de ver y se agradece y hasta pensás que en la realidad puede funcionar. Después está la diferencia, lo heterogéneo, y que cada uno con su bizarres, con su diferencia es cómo activa la acción. Cada uno aporta lo suyo y es lo que se necesitaba.

    Y no se descarta a nadie…

    Claro, está bueno ver a ese grupo de acción, que los cagaron, se repusieron y lo lograron y no con eso uno quiere decir que hay que tomar justicia por mano propia, al contrario. Ver que pudieron hacerlo es una hermosa fábula de ver.

    ¿Cómo vivís este momento de soltar la película y seguir con Carcajada Salvaje con Darío Barassi en teatro?

    Muy contenta, seguimos hasta fines de noviembre con la obra, hay mucho pedido para hacer la gira, estoy muy contenta con la película, me llama la atención, y lo digo honestamente, no pensaba que mi participación sea tan gratificante porque uno siempre quiere satisfacer a quien te eligió y confió en vos para algo. Me siento siempre muy mimada por la prensa, espectadores y pares, y acá me tocó esto, me relajé para estar en un lugar más calmo y la vida me enseña ahora que desde lugares más impensados, si uno se entrega a ellos y relajándose, conseguís tanto o más que cuando querés destacar.

    Ahora te van a llamar para hacer de ama de casa más seguido…

    Me dejaron meter una “concha de tu madre”, que me costó, e hicimos versiones con y sin, y me encantó que dejaron el con, porque me gusta que los personajes tengan matices, que puedan salir, ser otra cosa y volver, como en la vida, porque está bueno que los personajes escapen a los propios rótulos que les ponemos.

    ¿Cómo sigue el año?

    La película, la obra y estoy hablando con Underground para la nueva tira del primetime. Tengo por suerte cosas, un par de guiones de películas, que ojalá salgan y se puedan hacer. Es un panorama alentador en un momento complicado, tengo que agradecer.

    Se estrenó La Flor en Estados Unidos, tiene 14 nominaciones a los Premios Cóndor, habiendo atravesado con Mariano los 10 años del proceso de rodaje ¿cómo vivís este momento?

    La Flor es como un pariente más para mí, es como un hermano más para mí, no tanto por haber participado con una pequeña participación simbólica, una meadita, es un proyecto enorme que significa y es gran parte de la vida de mi hermano, entonces de la mía, me sorprende y me gusta que tenga tantas nominaciones, porque los Cóndor tal vez mira más a películas de la industria, es un cambio significativo para mí.



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