“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

CRITICA


  • Ya no estoy aquí, con un aire de crudeza y decadencia constante
    Por Javi Sardi

    Ya No Estoy Aquí, nos presenta a un grupo de adolescentes marginados (interpretados por nuevos talentos) que viven como pueden en Monterrey. Su única forma de sobrellevar los problemas y las penurias de aquel ambiente tan decadente es su pasión por las Kolombias, que les sirven para traer algo de felicidad a sus tristes vidas.

    A principios del 2010, surgió este movimiento, formado por grupos de jóvenes no colombianos, que mezclan su pasión por las cumbias «rebajadas» y su particular vestimenta.

    En Ya No Estoy Aquí, han sabido representar la esencia de sus bailes y estilos, y en general, lo mucho que significa para los jóvenes protagonistas este mencionado movimiento. Por desgracia, acabarán comprobando que la vida golpea demasiado fuerte, como para ignorar todo lo que sucede a su alrededor. Al final, todo su mundo se ve trastocado tras un malentendido con el conocido grupo criminal de Los Zetas.

    Crudeza, nostalgia y emoción
    Ya No Estoy Aquí es auténtica, directa y con un aire de crudeza y decadencia constante. El protagonista, Ulises (interpretado por Juan Daniel García), debe huir de su ciudad natal y abandonar a su familia, amigos y sus raíces, por culpa de un percance con los Zetas.

    A partir de aquí, y a pesar de diversos saltos temporales algo salteados, pero comprensibles a la larga, el director se las apaña para hacernos sentir el mismo dolor y la tremenda nostalgia que siente el protagonista. Y es que los problemas no terminan cuando huye de Monterrey, ya que al cruzar la frontera para buscarse la vida en Jackson Heights, Nueva York, su estilo y su actitud resultan chocantes para mucha gente. Esto le obliga a tener que apañarse como puede en una sociedad que no le comprende, ni el entiende tampoco.

    Por suerte, no todo son rechazos, y Ulises encontrará algunas personas en su camino, que le demostrarán que también existe la bondad y la comprensión, en una sociedad injusta y egoísta.

    Real de principio a fin
    Ya No Estoy Aquí es auténtica y atrevida. Una visión muy realista de una sociedad marginal que lucha por sobrevivir día a día, y que carecen de las oportunidades para salir de esa situación.

    No se reprime, ni se corta un pelo. La historia se desarrolla con mucha sinceridad y sin exageraciones o censuras. Puede que no resulte para todo el mundo, pero desde luego, no lo necesita. Su mensaje es claro, y no trata de resolverlo con un final feliz para quitar aspereza al relato, sino con una lección muy sencilla y una estupenda crítica social.

    Conclusión
    Ya No Estoy Aquí no es solo un estupendo tributo al desaparecido movimiento Kolombia, sino una sincera y atrevida crítica social. Puede no resultar para todos los públicos, pero con total seguridad habrá mucha gente que logre conectar con su trama, su entorno, y con las cumbias rebajadas.

    El tono crudo y decadente está presente en toda la trama, provocando que el espectador acabe empatizando con el protagonista y sintiendo el mismo dolor y la nostalgia que él siente. Desde el principio hasta el final, muestra una visión realista y sin reservas, que le otorgan personalidad, y crean un gran interés por seguir la trama.

    (Fuente: Cinemagavia)


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