“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

CRITICA


  • La venganza de la sangre
    Por José M. García Pelegrín

    Con Estación Central de Brasil (1997), Walter Salles ganó un considerable número de premios internacionales, entre otros el Oso de Oro en la Berlinale de 1998 y un Globo de Oro. Para millones de europeos, Estación Central de Brasil era probablemente el primer filme brasileño que veían. Después de tal éxito mundial, un director suele estar sometido a presiones por todos lados: el público, los productores, los críticos..., todos esperan que ruede inmediatamente la siguiente película. Es de agradecer que Walter Salles no se haya dejado apremiar y haya madurado su siguiente obra el tiempo necesario.

    Para Abril despedaçado, Salles ha adaptado la novela Abril quebrado del albanés Ismail Kadaré, a quien se considera desde hace años firme candidato al Premio Nobel de Literatura, trasladando el escenario de Albania al noreste de Brasil, lo cual no ha restado fuerza alguna a la narración. Esto se debe a que los dos -novela y filme- tratan desgraciadamente de un tema universal, la venganza de la sangre (lo que en Italia se denomina vendetta), que sigue un principio sencillo, pero terrible: la sangre derramada sólo se puede expiar con un nuevo derramamiento de sangre.

    Según esas leyes no codificadas, Tonho ha de vengar a su hermano mayor, asesinado por la familia rival. Las preguntas que le plantea su hermano menor Pacu -quien en ese caos total consigue conservar su inocencia- hacen que Tonho reflexione y comience a cuestionar el sistema. Cuando se enamora de Clara, una encantadora artista de circo, se encuentra en un dilema: ¿Cómo salir de ese círculo vicioso de muerte y venganza, sin poner en juego el honor de la familia?

    Salles escenifica ese emocionante tema con una gran economía de medios, sin patetismo, sin buscar efectismo ni sensiblería, con un inteligente manejo de la elipsis. Imágenes insistentes -una camisa bañada en sangre, el árido paisaje, los expresivos rostros-, que la banda sonora apoya y profundiza, hacen superfluo todo lo que no es esencial. Un filme que remueve y que deja poso.


    (Fuente: filasiete.com)


PELICULAS RELACIONADAS
Abril despedaçado


BUSQUEDA DE TEXTOS









RECIBA NUESTRO BOLETIN

APOYO DE
COLABORACION
Copyright © 2024 Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Todos los derechos reservados.
©Bootstrap, Copyright 2013 Twitter, Inc under the Apache 2.0 license.