“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”. Gabriel García Márquez Presidente (1927-2014)
La Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano anuncia la presentación del libro Cine Continental: Diálogos Latinoamericanos, de Osvaldo Daicich
La Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano anuncia que próximamente tendrá lugar la presentación del libro Cine Continental: Diálogos Latinoamericanos, del realizador, investigador y docente argentino Osvaldo Daicich. Se trata de una coedición entre la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y la Editorial Nuestra América (Argentina).
Con este volumen queda inaugurada la colección Edmundo Aray, Serie: Cinematografía y nuevos medios, a cargo de Daicich, y cuenta con el auspicio internacional del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfico (ICAIC), la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV) y el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. A nivel nacional, con el acompañamiento de Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), dependiente del INCAA y con la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos (ARAER).
A través de 15 entrevistas, realizadas entre 2009 y 2019 por Daicich, “de innata tenacidad y con una perenne inquietud por registrar los testimonios de estos fundadores”, como señala Luciano Castillo en el prólogo, accedemos a las miradas y procesos creativos de cineastas arquetipos protagonistas del cine latinoamericano como Fernando Birri, Julio García Espinosa, Jorge Sanjinés, Octavio Getino, Nelson Pereira dos Santos, Miguel Littin, Humberto Solás, Raúl Ruiz, Humberto Ríos, Arturo Ripstein, Alejandro González Iñarritu, Dolly Pussi, Edmundo Aray, Geraldo Sarno y el propio Daicih.
En la introducción del libro Daicich nos anticipa que (…) "El presente título invita a los lectores, por medio de diálogos en primer plano, a conocer a sus creadores que fueron marcados por sus épocas y finalmente plasmaron obras cinematográficas “arquetípicas” y/o documentos, escuelas, corrientes de pensamientos, articulaciones, exilios, migraciones dentro y fuera de nuestras geografías Latinoamericanas. Desde un mundo global, contemporáneo, proponemos la necesidad de una mirada crítica y analítica dado que deben ser (re)estudiadas, (re)visualizadas y (re)valorizadas esas obras. El tiempo nos da la capacidad reflexiva de observar a la distancia, de (re)descubrir. De encontrar ese punto necesario de equilibrio entre el calor del hacer/filmar/crear y el asentamiento de las obras luego de la circulación, distribución y exhibición en circuitos de festivales, muestras y retrospectivas. Es un ejercicio que nos permite pensar esas trayectorias y ponerlas en valor en un universo dinámico (con cruces analógicos y digitales) que requieren identificar cómo se situaron y cómo nos situamos en los mundos cinematográficos/audiovisuales contemporáneos".
(…) «¡Esta es América, la tierra de los rebeldes y de los creadores!», escribió el prócer cubano José Martí en una de sus frases definitorias que evoca este libro publicado por la Colección Edmundo Aray. Convergen en estos quince primeros planos, personalidades que figuran en momentos clave del nacimiento y el devenir del Nuevo Cine Latinoamericano, el único movimiento en la historia del séptimo arte en adquirir una dimensión continental, al trascender las fronteras de una nacionalidad, una generación o un determinado período histórico, apunta Castillo en el prólogo.
En la entrevista a Fernando Birri, el cineasta, considerado uno de los principales artífices del movimiento del nuevo cine latinoamericano, expresa que (…) "Visto hoy a distancia, de tantos años, me doy cuenta de que esta fue la garantía de su ser. De tener existencia y que desde esa existencia haber dado un aporte, una contribución a una cinematografía en primer lugar santafesina, en segundo lugar argentina y en la medida en que el continente empezaba a trabajar con mucha más calidad e insistencia sin retórica pero como en el inicio de El siglo del viento, mover hojas de todas las selvas latinoamericanas y el movimiento se propagó de hoja en hoja y fue como un temporal que nos sacudió a todos".
Miradas desde las especificidades de cada cineasta, que sitúan en contexto y valoran retrospectivamente y desde el presente al nuevo cine latinoamericano, se evidencian en otros fragmentos de algunas de las entrevistas que recoge el volumen, y que adelantamos a nuestros lectores:
(…) "El Nuevo Cine Latinoamericano se puede decir que nace al calor de la influencia del Neorrealismo Italiano, pero su verdadera dimensión la toma cuando lo rechaza, esa es la verdad. Aquí en Cuba se ve muy claro en las dos primeras películas que hicimos Titón y yo, Historias de la Revolución y Cuba baila. Se ve que es un Neorrealismo naif, con un pensamiento bastante epidérmico; las hicimos recién al triunfo de la Revolución, en el año sesenta. Demoramos casi diez años en adquirir una madurez y pasar por un proceso donde nos dimos cuenta de que el Neorrealismo, es decir, el cine de la Italia de la postguerra, de los años cuarenta y principios de los cincuenta, no encontraba un contexto similar en la Cuba de principios de los sesenta. Pero eso nos llevó un tiempo, no pensarlo, porque esas cosas no se piensan. Nos fuimos adentrando en un proceso en relación con la vida y con la realidad que nos llevó entonces a buscar cosas mucho más consecuentes con lo que era nuestra propia realidad. (…) Creo que el que hizo la mayor ruptura de todos nosotros fue Glauber, realmente hizo una ruptura muy a fondo, pero no dejaron de hacerla también los otros".
Julio García Espinosa
(…) "Ese proceso fue creciendo y haciéndose más nítido para nosotros con el tiempo. La nación clandestina es la película donde se conjuga toda esa búsqueda, por ejemplo: un plano secuencia que le llamamos el plano secuencia integral y ese plano secuencia no es un manierismo ni una búsqueda gratuita, sino que tiene que ver con la concepción del tiempo en el mundo andino. Y la concepción del tiempo en el mundo andino es circular, no es lineal. Las cosas no tienen un comienzo, un desarrollo y un final como en la cultura Helénica, Judea, Cristiana, sino que la muerte puede ser el comienzo de la vida. El futuro puede no estar adelante y puede estar atrás y esa manera de entender el tiempo que explica toda la cultura andina está lográndose en esa película donde la cámara no corta, son cien secuencias, cien planos y la cámara casi siempre regresa al punto de partida. Y en el entierro final del protagonista, donde se ve cómo se le traslada y se le entierra, el último hombre del cortejo es él mismo que mira su propio entierro porque el futuro está atrás en esa concepción, él es el hombre nuevo ahí. Esa observación transforma nuestra narrativa, la integra coherentemente a una cultura que nosotros tenemos allá. Y ese es un ejemplo para decir: bueno, en cada país busquemos nuestros ritmos internos y nuestras propias maneras de decir las cosas, que las tenemos. Dónde están, hay que buscarlas".
Jorge Sanjinés
(…) "Creo que gracias a este camino recorrido del cine latinoamericano desde 1967, con algunos antecedentes previos, luego la creación del Comité de Cineastas de América Latina, con todo un trabajo realizado durante muchos años, la creación de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, gracias al Estado Cubano que apoyó la iniciativa, el sueño, la utopía que ese Comité de Cineastas tenía de crear una escuela de cine continental. Para que todos los jóvenes pudieran estudiar cine y fundamentalmente de aquellos países donde no existía el cine. De manera que yo creo que cada momento de este largo camino transitado, tiene que ver como un desarrollo de ese cine que va cambiando, por suerte, porque la creación tiene que ser dinámica. No es cuestión de mantener los mismos postulados por todos los años, al contrario, hay que ir retroalimentando y creo que ahí está la importancia de ir incorporando a la gente joven dentro de este movimiento. Obviamente están incorporadas porque son los que hacen el cine fundamentalmente con las generaciones mayores también. Toda esta gente que se ha incorporado en estos años, les está agregando una nueva forma de ver el cine, una nueva forma de producción, se han desarrollado en nuestros países leyes de cine que no existían en aquellos años".
Dolly Pussi
(…) "Tenemos realmente grandes cineastas jóvenes, con vocación social, con vocación de entrega y con oficio. Con oficio como cineastas, conocen los medios de producción, saben utilizarlos. Muchos de nuestros cineastas se formaron haciendo cine, hoy los mejores primero han pasado por un proceso de formación cinematográfica. Lo cual no excluye la presencia de los cineastas improvisados, hoy día hay cámaras a partir del celular hasta la Arri. Es decir el mundo audiovisual está en manos de todos. En mano de los niños como está la informática y la cibernética. Está en manos de los niños y está en manos de los sabios. También hay que esperar muchas sorpresas de ellos".
Edmundo Aray
(…) "Pienso que el cine es fundamental en el mundo contemporáneo y en lo que viene. Pienso que el lenguaje audiovisual es el lenguaje universal hoy. Todos entienden una película basta que pongan abajo la lengua de origen. Pero el lenguaje audiovisual es uno y es universal. Donde vas es así. Y estamos condenados a él, no hay otra manera. Entonces tenemos que ser cultos, tenemos que comprender sino tú serás manipulado por ese lenguaje. Porque además ese lenguaje es elaborado con mucha ciencia y cada vez será más elaborado. Saber cómo es el cerebro y cómo funciona. Eso puede llevar a una robotización. No es más un ojo como se tenía en las utopías y las distopías que te controla todo el tiempo. Ahora es una imagen que te controla. No es un ojo que te mira y que te investiga y te escucha, es una imagen que te conforma una comprensión del mundo en el cerebro. Que es tan eficaz o más".
Geraldo Sarno
En el epílogo del libro, a cargo de Alquimia Peña, directora de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, se señala que (…) El presente volumen resulta del continuado acercamiento de Daicich al cine regional, algo que puede constatarse en su propia obra cinematográfica en tanto realizador y productor como en su trayectoria de minucioso investigador sobre la cinematografía de su país de origen, al seguimiento por años al testimonio de fundadores y continuadores del cine y el audiovisual de esta región, al igual que lo lleva adelante en su labor como docente.
(…) Estamos ante un libro necesario y oportuno, que hace honor a aquella aseveración donde se concluye que “los detalles no hacen el camino, cuidemos el momento que estamos viviendo, es fruto de una larga lucha que ahora está floreciendo a pleno e importa tanto a los que nos estamos yendo como a los que llegan para continuarla. Siempre, lo más que podamos, acerquémonos a nuestros hermanos y colegas de América Latina” (Getino). Reflexionemos pues ante las palabras coincidentes de estos que han contribuido y contribuyen a lo largo de más de medio siglo con un cine vital que creció, se fortaleció y no se detendrá, “siempre caminando para adelante y con la capacidad de mirar hacia atrás” (Birri).
Cine Continental: Diálogos Latinoamericanos, fruto del trabajo conjunto entre la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y la Editorial Nuestra América, estará disponible en tirada impresa en papel y formato digital en Ebook, lo que daremos a conocer a nuestros lectores próximamente.