Ana Souza estuvo en nuestro país hace unos meses. Participó del Primer Mercado Internacional de la Industria Audiovisual de la Provincia de Buenos Aires en el marco del 2° FICPBA, Festival Internacional de Cine de la Provincia de Buenos Aires. Dio una Clase Magistral sobre Programación de cine latinoamericano en festivales de Estados Unidos.
Nacida en Brasil, Ana Souza se crió parcialmente en Ámsterdam y ahora vive en Los Ángeles. Es licenciada en Estudios Cinematográficos por la Universidad británica de Warwick y tiene un máster en estudios críticos de cine y televisión en la Universidad del Sur de California. Trabaja en Sundance desde diciembre de 2015 hasta la actualidad como Programadora y Directora del Departamento de Programación del Instituto y programadora asociada en el equipo de largometrajes. Anteriormente realizó prácticas en el Festival de Cine de Los Ángeles durante varios años. Hizo Prácticas en Slamdance Festival. También ha sido Programadora Asociada de Cortometrajes para AFI FEST. Su trabajo ha abarcado desde la programación hasta las relaciones con los cineastas y la producción de eventos para festivales como Outfest, el Festival de Cine Indio de Los Ángeles, Ambulante California y el Latino Media Fest de NALIP (Asociación Nacional de Productores Latinos Independientes). Fue becaria de programación para el Project Involve de Film Independent y la Industry Academy de la Film Society of Lincoln Center. Fue Jefa de Programación del Festival de Cine de Sun Valley.
Ya una vez había comentado que “Sundance es un gran festival, pero no podemos dormirnos en los laureles y esperar a que el trabajo venga a nosotros”. Y es así que sale ella y parte de su equipo a buscar películas en todo el mundo y especialmente operas primas
¿No es así?
Seguimos mostrando muchas operas primas que es muy importante para nosotros. El año pasado hemos mostrado en un programa 100 largometrajes y de estos 40 eran operas primas. Continuamos siendo un lugar para descubrir nuevos directores, para descubrir producciones bien independientes, que todavía no tienen distribución y están buscando esa conexión con el público, y con la prensa y con la industria también.
En un principio fue como un shock la aparición de este festival dirigido por Robert Redford en un lugar privilegiado como Park City aislado del mundo.
Si para la industria de Los Angeles y Nueva York era fuerte, era la visión de Redford. Era su visión, su enfoque de todo era que se viera todo allá. No quería que fuera una ciudad en la que están sucediendo un montón de cosas. Él quería que toda la atención del público que estaba allá, fuera para eso durante esos días. Primero fue el Laboratorio de Cineastas y Directores y el Instituto Sundance que se fundó en 1981. Y diez años después el U. S. Film Festival de Utah se empezó a llamar Sundance Film Festival. Realmente creció de una comunidad creativa, dando retro alimentación a sus proyectos, con directores que no habían tenido trabajos previos y estaban con proyectos nuevos. Todo eso se conectó con el festival y todo sucedía en Park City también. Y la primera edición fue el lugar para mostrar las películas que habían sido desarrolladas en el Laboratorio. Y después que fue creciendo fueron haciendo convocatorias abiertas para recibir otros trabajos. Y todo fue cambiando, pero hasta el día de hoy todavía mostramos algunos proyectos que pasaron por el Lab y otros que no. O sea: mostramos de todo.
Hay diversas versiones de que hablan del origen del nombre del festival: Sundance. ¿Vos que nos podés explicar?
En Park City, donde sucede la mayor parte del festival, además de la cercana y más populosa Sant Lake City, que es la capital del Estado de Utah; estaba el Sundance Resort, que es el complejo turístico en donde se realizaba el laboratorio, y aún hoy sigue haciéndose allí. Y también, creo que hay alguna conexión con el personaje de Redford, The Sundance Kid en el film Butch Cassidy (1969, de George Roy Hill).
Una cuestión muy especial es la participación de películas latinoamericanas, y más aún a partir de este milenio.
Sí por supuesto. Todos estos años pasa que hay muchas películas latinoamericanas en el programa. Es algo muy natural para nosotros porque tenemos mucho interés en las películas internacionales y las de Latinoamérica siempre son de muy alta calidad, entonces lo que cambian año a año son los países. Porque pueden ser de México, Brasil, Argentina, Perú, hay de todo. Lo que queremos es mostrar una visión distinta de todo el mundo. Y siempre estamos buscando historias bien originales y eso se encuentra mucho en Latinoamérica. Tanto ficción como documentales. Y buscamos documentales bien creativos, bien autorales, bien personales. No solo sobre justicia social, también hay una variedad muy grande artística de los tipos de documentales.
Vos naciste en Brasil, ¿hay alguien más de Latinoamérica en el equipo de Sundance?
Hay una programadora que es de Puerto Rico, bueno ella es como una mezcla. Digamos miti y miti (Risas). En realidad de Latinoamérica solo estoy yo.
¿Vos ahora estás en un festival y cómo es la búsqueda. Te ofrecen en mayor medida, o vos ya andas detrás de determinada producción?
Yo trabajo en el equipo de largometrajes, entonces mi enfoque apunta a largometrajes que tengan el estreno internacional disponible, es muy amplio. Realmente si tú miras la programación, pasamos todo tipo de películas: hay comedias, hay dramas, películas de género, un poco de todo. Entonces no tenemos restricciones temáticas en ese sentido. Realmente estamos buscando películas independientes del mundo, de afuera. Es algo bien abierto.
Eso incluye además de películas de riesgo o de un autor experimental, films simples, sencillos. Pero en principio que sea una ópera prima.
A veces pasamos muchas operas primas, pero también pasamos películas de directores que ya tienen una carrera. Hay películas experimentales, o que tiene un cierto tipo de humor, que tiene innovación visual.
¿Ha sucedido de programar a debutantes y esos mismos realizadores años después vuelven a figurar en el festival y hasta ganado algún premio?
Si, por supuesto. Hemos pasado por ejemplo, las películas de Ana Katz, que es argentina, y ha estado otras veces en el festival. Recientemente tuvimos El perro que no se calla que pasamos en 2021, pero tuvimos su otra película que pasamos hace unos años, Mi amiga del parque (exhibida en 2016, ganando el Premio al guión). Lo mismo sucedió con Verónica Chen, que pasamos su primera película en 2002 (Vagón fumador) y regresó al Sundance casi 20 años después con Marea alta (en 2020).
Contame: sé que hay otro festival cercano en fecha, lugar y de estilo al Sundance, que se llama Slamdance que se realiza en febrero en Park City. ¿Por qué existe esa confusión? ¿Compiten entre ellos?
Te cuento porque he trabajado un poco con ellos también. Fue en un período muy temprano en mi carrera y el equipo de ellos es buenísimo también. A ellos les gusta presentarse como la alternativa a Sundance. Pero hay muchos cambios que están sucediendo porque este año 2025 se van a exhibir por primera vez fuera de Park City en Utah donde estuvieron desde que fundaron en 1995. Y ahora van a estar en Los Ángeles, California. Ellos tienen su propio laboratorio de guiones y otras secciones. Y siempre tienen una programación muy buena.
¿Y por qué pensas que se mudaron después de tres décadas?
No sé muy bien que pasó con ellos. Pero también tengo que decir que la ciudad Park City tiene problemas en producir festivales ahora porque está todo tan caro y un poco complicado. Y creo que para ellos era mejor estar en Los Ángeles. También tenían sus oficinas y todo su equipo allí.
Más allá de los pedidos y tips que te pasen de la organización del Sundance. ¿Vos que tipo de películas buscás?
Lo que quiero encontrar es algo original, algo que me pegue en la emoción, que tengan una visión distinta. Porque hay muchas películas que están repitiendo temáticas o estilos de otras películas, otras historias que ya hemos visto. Entonces siempre busco algo que tenga más perspectiva, que no haya visto antes. Por ver tantos films, me imagino que vos también te identificas con esta situación, al ver tantas películas, que buscás algo bien distinto y si ves algo raro o algo así se destaca inmediatamente.
¿Y en esos grupos de films puede haber tanto films de ternura o románticas y puede haber algo donde alguien le clava un cuchillo a otro en la cabeza?
(Risas) Si, si! Y trabajo con esos también porque selecciono películas para la sección “Midnight” (Medianoche), yo trabajo también con las películas de género. Hay para todos. Hay espacio para las historias románticas, para las historias más intensas también. Lo importante en un programa es tener un equilibrio y tipos de historias diferentes, perspectivas disímiles. Compartimos historias que muestran la variedad de la vida. ¿No?
¿Siendo vos brasileña, tenés algo especial con los films de tu país? ¿Sos más exigente o no?
(Se ríe) Es una buena pregunta. Bueno a veces si soy más exigente. Lo que me encanta ahora es ver en Brasil un cine que está cambiando mucho y que también se está descentralizando para que no hagamos solo películas de Rio y de San Pablo. Pero para q ue podamos ver películas de todas las regiones de Brasil y eso es muy importante ya que hay muchos directores que no hemos visto e historias que han surgido de otras zonas. Hay mucho contenido y eso me entusiasma mucho.
¿Vos te limitas a ver películas latinoamericanas, o miras también de otras geografías?
Yo veo de todo. Claro que tengo un enfoque en lo latinoamericano. Por lo general en mi equipo yo soy la que ve primero los films latinoamericanos, pero estoy viendo de todo. De todos los países me mandan pelis. Y viajo también a otros países, además de ver las películas en mi casa, tengo una pantalla bien grande por suerte.
¿Hoy por hoy que relación, que presencia, qué importancia tiene Robert Redford con el festival de Sundance?
La visión de Redford es algo que todos queremos proteger y continuar. Él no está presente en las actividades porque ya tiene mayor edad, su hija Amy Redford, que además es directora y productora está en el Consejo principal de Sundance, ella es la que comunica y mantiene el punto de vista de Robert, y tiene una presencia importante en el Instituto también. Hasta antes de la pandemia él solía encabezar las conferencias de prensa y las presentaciones de varios films, pero ahora ya no está teniendo apariciones públicas. Antes había un evento que se llama Director’s Brunch y él siempre aparecía y daba un discurso en ese evento bien íntimo solo para los directores. Él tiene 88 años ahora, pero estas reuniones se siguen haciendo ahora moderadas por Amy, que sin duda tomó la posta de su padre.