La película La misma luna, que narra la historia de un niño ilegal que busca a su madre en Estados Unidos, se estrenó simultáneamente en México y la Unión Americana con casi mil copias, una apertura sin precedentes para una cinta mexicana.
Protagonizada por Kate del Castillo, Eugenio Derbez y el niño Adrián Alonso, ha despertado el interés de la crítica del país vecino; su llegada a las pantallas americanas en circuitos de arte y comercial, es precedida por reseñas periodísticas, algo inusual para una película mexicana.
El filme de Patricia Riggen ha sido destacado con comentarios en torno al lado humano de la historia que además tiene el buen tino de evitar sentimentalismos.
La cineasta depositó en su ópera prima una gran ilusión de lograr cumplir las expectativas. “No es una película política, sino humana, es para el público. Hice la película sin pensar en darle un ángulo político… me gustan las historias con corazón, con alma, positivas, no por eso sin conflicto, pero luminosas, no me puedo imaginar hacer algo diferente”, expresó.
Para Riggen, la esencia de la película es la realidad de la inmigración mexicana a través de una agridulce historia. En una época en la que aproximadamente 4 millones de mujeres latinas han dejado al menos a un niño atrás mientras trabajan en los Estados Unidos.
La misma luna es la conmovedora historia de de Rosario (Kate del Castillo) y su hijo, (Adrián Alonso) quienes viven en lados opuestos de la frontera México-Estados Unidos. La cinta retrata el valor y tenacidad del niño y el sacrificio de la madre.
Carlitos tiene nueve años y es uno de tantos pequeños a los que sus padres dejan para ir en busca del sueño americano y poder mantener a sus familias en México. Rosario trabaja ilegalmente como sirvienta desde hace cuatro años. Cuando la abuela con la que vive Carlitos muere, el niño decide ir en busca de su mamá sin medir los peligros; en el camino encontrará a Enrique, interpretado por Derbez, quien a regañadientes lo ayuda.
Esta pareja completamente dispareja recorre desde Tucson hasta Los Angeles. La historia en apariencia es un drama pero Riggen lo desarrolla con humor y a lo largo de 110 minutos conviven diferentes géneros: el drama y la comedia. Kate del Castillo, quien se autodefine como una inmigrante más en Los Angeles, espera que la película lleve un mensaje a los trabajadores indocumentados.
“Para mí el sueño americano no tiene geografía. Sí, hay un mensaje principal, la necesidad de no dividir a las familias en la búsqueda del sueño americano, cuando estén a punto de dejar a sus hijos mírense a los ojos y pregunten sólo si son felices”, dijo.
Eugenio Derbez, que con este papel se aleja de la comedia televisiva para hacer roles más serios, no es ajeno al fenómeno de la migración, que ha experimentado en sus múltiples viajes al vecino país por compromisos de trabajo. “Soy igual que mi personaje Enrique, mucha gente me pregunta a qué voy allá a sufrir si en México ya tengo un lugar reconocido. La última vez que fui, me detuvieron en el aeropuerto por varias horas, recibí humillaciones, discriminación y maltrato, pero es el precio que tenemos que pagar por el sueño americano. De alguna manera soy privilegiado si me comparo con cualquier historia de nuestros hermanos indocumentados”, comentó.
A pesar de su corta edad, Adrián Alonso es ya un experimentado actor a quien hemos visto en La leyenda del Zorro, Voces inocentes y Al otro lado. En La misma luna también actúan Maya Zapata, Carmen Salinas, América Ferrera, María Rojo y Mario Almada, en una especie de homenaje que le rinde la directora. El grupo Los Tigres del Norte tiene una participación especial, además de que colaboraron con una canción para el filme.