Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo es la auspiciosa ópera prima de la directora de 25 años Yulene Olaizola. Ha realizado con el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) de la ciudad de México diferentes cortometrajes, entre ellos, Viejo gordo sol (2003) y Café americano (2004). Actualmente cursa el quinto año de la carrera, especializándose en dirección y sonido, y escribe un guión de ficción como proyecto de tesis. Ha obtenido varias becas y ganado premios diversos.
¿Cómo nace tu vocación cinematográfica?
Yo entré a estudiar cine hace seis años en el Centro de Capacitación Cinematográfica de la Ciudad de México. Allí hice dos cortometrajes en el segundo año y en el cuarto año tienes obligatoriamente que hacer un documental. Y como no te ponen límite de duración, decidí hacer un largometraje.
Entonces empezaste a hacer tu documental en la escuela.
En realidad, lo hice casi todo durante el cuarto año de la carrera. Lo que pasó es que el proyecto creció bastante y luego conseguí apoyo de fuera.
¿Tuvo ese largo y sugestivo título desde el principio?
Sí, desde un comienzo. La historia la conocía desde hace mucho y el título originalmente lo puso mi abuela.
La historia de tu documental le pertenece a tu abuela. Y lo interesante es la relación con Jorge Riosse, su inquilino.
En un inicio tenía la idea de resolver este tema, descubrir información o pistas que nadie pudiera hallar. Pero eso cambió rápido porque me di cuenta de que no iba a poder encontrar nada, pues toda la vida de ese hombre está tapada por un velo de misterio imposible de descubrir. Entonces me fui dando cuenta con el tiempo de que también quería hacer un retrato de mi abuela, porque me parece una persona interesante.
¿Cómo nació esta relación entre tu abuela (Rosa Elena Carvajal) y Jorge Riosse?
Él llegó a la casa de huéspedes de mi abuela. Cuando se conocieron, mi abuela tenía como 50 y pico y él tendría unos 20 años, era muy joven. Llegó en 1985 y se quedó hasta 1993, año en el que murió.
¿Tú lo conociste?
Sí. Cuando él murió, yo tenía 10 años.
¿Qué recuerdas de él?
Tengo dos imágenes muy claras y a la vez fugaces de él. Recuerdo que con mi hermana mayor nos sentábamos con él a tocar la guitarra y cantar. También recuerdo el día en que nos tomó fotos, que luego le sirvieron para hacer unas pinturas.
¿Cómo planificaste el desarrollo de la historia?
Tenía un guión de documental bastante apegado a lo que es la película y de hecho fue algo complicado, porque no es un documental que te va sorprendiendo todo el tiempo, sino que es casi como hacer una película de ficción, donde ya tienes el guión, la historia, sabes qué te van a dar las personas frente a la cámara y solamente te queda el proceso de hacerla. Lo que traté es de expandir la historia a lo largo de un día. Empezar desde que mi abuela se despierta y cerrar con ella yendo a dormir. Y pasar con ella un día de su vida cotidiana compartiéndolo en esa casa a través de su relación con el inquilino, luego sospechoso de ser un asesino.
Tu abuela al final parece convencida de que Riosse era en efecto el asesino de las prostitutas.
Sí, ella está convencida de que él fue. Yo no tanto, porque conozco a mi abuela y sé que tiene mucha imaginación. Le das 3 datos y hace sus propias historias.
La película está pasando por varios festivales...
Sí. Se estrenó en el Ficco de México en febrero pasado y luego fue al Festival de Cine Latino de Toulouse, después al Bafici de Buenos Aires, a una muestra en Varsovia, al Festival de Transilvania y ahora está aquí en Lima. Más adelante la presentaré en Toronto, San Sebastián, Valdivia, Amsterdam y Oslo.
Ha tenido bastante acogida.
Sí, mucha.
¿Estás sorprendida?
Sí. Cuando la hice, tenía la intención de festivalearla, de probar a ver qué pasaba, pero realmente no pensé que iba a ser tan bien aceptada.
¿Te sientes influenciada por algún cineasta de documentales en particular?
Me gusta lo que hace Werner Herzog. Y también tuve la oportunidad de conocer hace 4 años en la escuela a Albert Maysles con su documental Gray gardens (1975), que fue mi inspiración, sobre dos señoras completamente locas que viven abandonadas en una mansión.
Si tuvieras que mencionar una película de ficción con la cual relacionar tu documental, ¿cuál sería?
Yo la compararía con El inquilino (1976), de Roman Polanski, por ejemplo; con este extraño individuo que se viste de mujer y tiene como una obsesión con el personaje suicida que vivió en la misma habitación antes que él.