¡Ya era hora! La que desde principios de este 2008 inició su peregrinar por las salas cinematográficas del país es Todos los días son tuyos y se singulariza por tratarse de un thriller policíaco que ronda los linderos del cine negro. Lo mejor de todo es que resulta ser una muy buena cinta que dignifica al cine nacional y que prueba que no todo tiene que ser comedia, cabareteras, charritos y narcotraficantes.

Se trata de una coproducción en la que participa el IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía) que apoyó con una beca para que el escritor y novel director José Luis Gutiérrez escribiera el guión y quien además realizó una amplia investigación en el País Vasco, aunque reconoce que no estuvo muy metido con la vida interna de la ETA. Participó también el CUEC o sea la escuela de cine de la UNAM y una productora denominada Goliat Films, y todo a un costo de 11 y medio millones de pesos.

El tema de la película tal vez no sea sencillo para todo el mundo, demanda de la atención del espectador y al menos un cierto nivel de cultura o información como para poder seguir la trama que está inspirada en hechos reales relacionados con la persecución en México de terroristas españoles miembros del grupo separatista ETA.

En México hay una comunidad vasca y se asume que aunque no todos los vascos pertenecen a la organización criminal, entre ellos habría infiltrados ocultos. Uno de los logros y aspectos más interesantes es que a diferencia de muchas cintas nacionales, ésta combina acertadamente varias subtramas y que cada una tendría validez por sí misma. Así, por un lado está la historia de Eliseo (Mario Oliver), un fotógrafo de nota roja que trabaja para un periódico y que tiene ambiciones periodísticas más importantes y que sigue muy de cerca los pasos de su vecina María (Bárbara Lennie), una bella joven española. Eliseo se dedica a espiarla en su tiempo libre por medio de diferentes orificios que hizo entre la pared de su departamento y el de la vecina, pudiendo ver y escuchar todo lo que sucede. Aquí se da una de las pocas debilidades que tiene la cinta, pues el espionaje por dichos agujeros sin que la vecina lo notara es sencillamente imposible de tragar, pero bueno, pasemos eso a un segundo plano y quedémonos con que la espiaba. Por otra parte está ‘La Rubia’, una mercenaria madrileña que se dedica a cazar a etarras (que sí existe y que según los realizadores sí estuvo en México) y que para lograrlo hace gala de inteligencia, astucia y hasta de su propio cuerpo para infiltrarse entre las organizaciones criminales y la muy corrupta autoridad judicial mexicana. Este rol lo lleva magistralmente la actriz madrileña Emma Suárez, quien le da cátedra de actuación a todo el reparto, incluido el muy competente y buen actor mexicano Alejandro Camacho.

Por otro lado está el tema de la corrupción policiaca que se rige no por la Constitución ni las leyes que de ella emanan, sino por la fuerza del dinero. La cinta está hablada en español y en euskera, el idioma vasco. Al inicio cuesta un poco de trabajo entender cuál es el punto de la película, pero conforme avanza se aclara el panorama. Todos los días son tuyos no es la película perfecta (¿Cuál lo es, incluidas las gringas?) pero es una muy buena y digna muestra del cine mexicano que requerimos: ambicioso en temas y calidad.