Brillante y original película Madeinusa, de la joven cineasta peruana Claudia Llosa, de 30 años, nos lleva a un pueblo perdido en la puna del Perú en el momento del Viernes Santo, cuando, según la tradición, durante esa festividad el pecado está permitido. La llegada al pueblo de un joven limeño se cruza en el destino de una joven indígena, cuyo nombre, Madeiunsa, es en sí mismo el reflejo del sincretismo religioso y de las contradicciones de esa comunidad.
Claudia Llosa filma con ojo crítico, sobriedad y emoción este relato en el que lo documental sirve de sólido apoyo a la ficción y en cuyo guión la cineasta evita todo maniqueísmo dando vida a personajes que tienen al mismo tiempo una vertiente luminosa y una zona de sombra. El choque cultural entre el joven llegado de Lima y esa comunidad indígena que vive a su propio ritmo, con sus creencias, sus ritos religiosos y paganos, es abordado por Claudia Llosa desde un ángulo muy original, con un sorprendente y logrado final.
Sus actores no profesionales acompañan con convicción esta ficción, hablando ora en castellano, ora en quechua, y su protagonista principal, la joven Magaly Solier tiene esa fuerza natural y fotogénica de los actores natos que nunca se propusieron serlo. La música de la película es de Selma Mutal.