En El cuerno de la abundancia, protagonizada por Jorge Perugorría, el cineasta Juan Carlos Tabío refleja las luchas de poder de una familia cuando se vislumbra en el horizonte una suculenta herencia.
- En El cuerno de la abundancia vemos al hombre enfrentado a la burocracia en clave de comedia. Todo un clásico en su filmografía...
El interés nuestro es tratar de registrar la realidad de la Cuba actual, en un abordaje que no siempre es el mismo, utilizamos elementos simbólicos; otros más directos. En esta película lo que quería decir, quizás, es que para lograr una vida espiritual plena, no hay que buscar en el limbo. Tiene que estar basada en circunstancias muy concretas y muy materiales.
- Por lo que se ve en la película, el principal problema de Cuba es la pobreza.
- Eso sucede en toda Sudamérica... en Cuba quizá hay un poco más de igualatarismo. Hay una serie de circunstancias internas y externas que contribuyen a que la vida diaria del ser humano sea difícil. Para empezar el embargo de Estados Unidos ha significado económicamente restricciones muy duras, pero también pienso que la misma estructura social y económica de Cuba debería ser más dinámica y por parte del propio Gobierno se han planteado cambios estructurales. De todos modos, no había una intención de mostrar la pobreza. Muchas veces el propio autor no es consciente de lo que está diciendo. En la película, un espectador español ve cosas que yo no he visto. Borges hablaba mucho del lector como un ente aun más activo que el autor.
- Recurre al humor, una vez más.
- El humor puede ser una herramienta para entrar profundo en una realidad. Todos lo hemos visto en El Quijote, en el cine de Buñuel... salvando las distancias. Lo cual no quiere decir que estemos banalizando la vida. Me fastidiaría que se viera como que el cubano lo tira todo a broma, eso no es así. El humor es humano y todos los pueblos lo tienen. La risa desde siempre ha sido satanizada porque siempre hay algo irreverente en ella. Lo que quizá sí forma parte del carácter del cubano no es el humor banalizador, sino como elemento para encontrarle distintas aristas a la realidad.
- En el afán de los protagonistas por cobrar la herencia vemos codicia, pero también mera superviviencia.
- Son cubanos de a pie que tienen sus necesidades perentorias. No se trata de comprarse un yate sino un refrigerador y zapatos para los niños.
- ¿Hasta qué punto son los artistas libres en Cuba?
- En todo el mundo hay muchísimos más guiones que películas filmadas, incluso más películas producidas que exhibidas. Nosotros, los artistas cubanos, hemos logrado un espacio para hacer un cine, un teatro o una literatura que inciden bien profundamente en nuestra realidad... El cine cubano está lleno de películas con un abordaje bien complejo de la realidad, para nada laudatorio. No es Corea del Norte
- ¿Qué va a pasar en Cuba?
- No tengo la menor idea. En la medida en que se logre un entendimiento y una conciencia de que es necesario agilizar la economía las cosas pueden ir bien. No estoy hablando de neoliberalismo, mira lo que ha pasado en Wall Street. Yo creo en el Estado del bienestar, el ser humano para poder serlo tiene que tener un mínimo. No puede ser que en un país se muera nadie por no tener dinero. En Cuba se han descuidado cosas, y eso está presente en la película. Tenemos mucho menos de lo que podemos tener. Pero no podemos echarle toda la culpa al imperialismo. Debemos dejar ese discurso metafísico donde las ideas significan más que la vida práctica y centrarnos en ésta porque después subirán las ideas.