El alimento es una necesidad elemental de la vida, además de ello puede ser también fuente de realización, de placer, e incluso, de consuelo; pero puede ser además una vía de escape a la frustración personal. La comida puede jugar un papel importante en el erotismo o proporcionar un sentimiento de confianza y plenitud. Todas estas funciones de la comida son ilustradas en la película brasileña Estómago, de Marcos Jorge, pero el filme ilumina otros aspectos relacionados con esta. al representar la comida y la cocina como una fuente de poder que puede ser utilizada también para manipular. Esta puede por lo tanto ser una base importante para el establecer y negociar las relaciones humanas. Con ella podemos impresionar e intimidar a nuestros opositores e incluso llegar más lejos.
En la película conocemos a Nonato quien ofrece un apasionado discurso sobre la comida. Lo seguiremos a lo largo de dos historias paralelas cuyo interactuar va anillando el filme. En la primera historia Nonato arriba a una gran ciudad donde conseguirá un trabajo en un snack bar. Debido a la exquisitez de las pastas y platos que prepara, atraerá la atención no sólo del chef de cocina, sino también de Íria su amante, la cual no encuentra ningún reparo en disfrutar de la comida, ni en exigir pago por sus servicios. En la segunda parte del filme vemos a Nonato llegar a una prisión, en la que gracias a su arte gastronómico será ascendiendo poco a poco dentro de la rígida jerarquía de la celda que comparte con otros ochos prisioneros. A lo largo del filme no sabremos nuca cuál parte ocurre primero y cuál después, ni tampoco por qué Nonato ha sido encarcelado. La primera interrogante podrá permanecer dudosa pero todo el filme trabaja para responder a la segunda mediante la creación de un desenlace terriblemente fantástico, pero satisfactorio.
Estómago fue un gran éxito de público en el Festival de Rótterdam 2008: el filme terminó en la segunda posición del voto popular y es bueno preguntarse por qué. Este filme no cumple con ninguno de los cliché típicos de este festival cuyos filmes deben ser lentos, aburridos, y parecer serios. No sólo es Estomago un filme intencionalmente preocupado por la narración, sino que esta resulta increíblemente tensada, los actores consolidan de manera segura cada pieza de la historia, a través de actuaciones dinámicas; y lo que resulta aun más sorprendente el filme resulta de principio a fin atrayente, entretenido y aún más cautivante. Las imágenes de la comida le harán la boca agua a algunos, mientras que podrán resultar repugnantes a otros, pero ellas están filmadas cuadro a cuadro de manera exuberante.
Si al terminar el filme, siente deseos de disfrutar de una gustosa lasca de queso, o si por el contrario el filme le quita el apetito para siempre, depende de cada persona; pero de seguro nadie se aburrirá ni permanecerá indiferente ante esta película.