Entrevista de la revista Cine Cubano a Manuel Octavio Gómez,  realizador cuya obra se integra en el ciclo Cien Años de Lucha por la Liberación: "

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Que la mayoría de nuestros filmes históricos se haya realizado dentro del marco conmemorativo del centenario de nuestras luchas de liberación, puede hacer pensar que la vinculación cierta entre pasado y presente que hay en ellos y que, efectivamente, es uno de sus logros, haya surgido de un "pie forzado".

Pudiera ser cierto si los "Cien Años de Lucha" se hubieran limitado a una conmemoración   oficial   en   un   determinado  año,   pero  es que en realidad constituyeron sólo una parte más del verdadero encuentro que se ha venido gestando con nuestra historia. En los últimos años se ha logrado, no ya un redescubrimiento, sino el total descubrimiento de nuestras raíces nacionales, de los antecedentes directos y reales de lo que hoy integra la nación cubana. Que la estrecha conexión entre esos hechos pasados y los promovidos por los hombres de hoy se manifieste tan evidente y concretamente no es nada más que una consecuencia de ese encuentro.

Nuestras películas no tenían porqué constituir una excepción. Durante les investigaciones llevadas a cabo para el guión de La Primera Carga al Machete  se hizo patente la continuidad histórica, el paralelismo con hechos recientes. Sin buscarlos, sin forzarlos, se manifestaron la semejanza entre el machete, protagonista de nuestras primeras batallas, y el machete, librador de nuestras batallas más actuales; la correspondencia entre la aparición de una nueva arma de lucha, ante la carencia  de otras, y la aparición de nuevos métodos de combate, ante la presencia de nuevas circunstancias; el parangón entre las figuras de Máximo Gómez y el Che Guevara. No se hizo siquiera un esfuerzo para subrayar, dándoles mayor presencia, alguna de esas relaciones; no hacía falta. No surgieron  producto de un rebuscamiento o de un modo artificial, sino de algo más sencillo, más directo, de un encuentro; estaban ahí.

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Quizá el mayor de los incentivos fue la actitud que se logró para enfrentar tanto al filme como a la historia, construyendo uno y reconstruyendo la otra desde puntos de vista presentes, con métodos y medios contemporáneos; lo que permitió darle al filme una total libertad en sus recursos expresivos y a la historia una mayor dimensión al poder participar directamente en ella.

Procedía .todo del mismo hecho a contar: la forma en que el machete, de utensilio de trabajo deviene en arma de cómbale; y lo que conducía y se derivaba de ello: su empleo como instrumento de lucha por no contar con otros y, sin embargo, su absoluta eficacia, hasta tal punto que durante largos años permanece como arma decisiva ante un poderoso y bien pertrechado enemigo.

Incentivo importante fue también el descubrimiento de la personalidad del Máximo Gómez de los primeros tiempos de la lucha; exactamente del momento en que el filme se ubica, del momento en que de "extranjero" pasa ya a convertirse en una de las figuras cimeras de nuestras luchas de liberación.

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La mayoría de estas películas se sitúan en posiciones de vanguardia, aportando tanto métodos de trabajo que rompen esquemas y convenciones expresivas, como actitudes concretas al enfrentar la historia libre de miedos, veneraciones supersticiosas o falsos respetos, sin mistificarla o idealizarla, haciéndola objetiva, auténtica, presente; partiendo de premisas nacionales, pero donde los hechos toman relieve y vigencia para cualquier país en su lucha de liberación.