Una de las realizadoras más importantes del panorama contemporáneo del cine brasileño es, sin dudas, Tata Amaral. Asidua participante al Festival Internacional del Nuevo Cine latinoamericano que tiene lugar cada diciembre en La Habana, acudió con  su cinta Antonia a  la pasada edición en la que se alzó con el Premio Coral al Mejor sonido.

Conocida  mundialmente por títulos como Vivir la vida, Un cielo de estrellas y A través de la ventana.

Como realizadora en su trayectoria ha dirigido una importante trilogía sobre las disímiles etapas en la vida de las mujeres, ¿Cómo valora el tratamiento de los temas de género  en el cine de su país?
Quienes hacemos cine en Brasil provenimos mayoritariamente de la clase media intelectualizada, donde no se advierte mucha diferencia a la hora de valorar los roles femeninos y masculinos. Lo que sucede es que  no hay muchas mujeres cineastas, aunque en las jóvenes generaciones la cifra es superior.

Su película Antonia aborda entre otras temáticas la violencia y la marginalidad, temas que funcionan constantemente en sus filmes. ¿Por qué le interesa tanto el tema?
La violencia es cinematográfica, por ello me interesa desde el punto de vista formal. Por otro lado está presente en el mundo entero, en casi todas partes y en ocasiones termina destruyendo a la gente. Por su amplia presencia y repercusión trato de incluirla, es el mecanismo que me invento desde la realización para tratar de combatirla.

La cinematografía brasileña en la actualidad es una de las más importantes dentro del continente. Desde su perspectiva de realizadora ¿cómo valoraría la situación contemporánea  del cine en su país? 
Sorprendentemente estoy muy contenta con las películas que se están realizando en los últimos tiempos en Brasil. El pasado año fue magnífico en cuanto a calidad y cantidad. El cine brasileño tiene entre sus principales características la pluralidad y la diversidad, por lo que la calidad no es pareja, pero defiendo esto porque pienso que es muy importante arriesgarse, producir materiales que no te imaginas si quiera cómo van a salir. Antonia por ejemplo, es una película completamente independiente, hecha con muy pocos recursos, fue todo un reto y hasta ahora ha tenido bastante éxito. Disfruto mucho el riesgo y la aventura que implica filmar.

Gran parte de la audiencia ha visto la serie sobre el mismo tema que se está exhibiendo. ¿No es bastante arriesgado hacer primero una serie y exhibirla masivamente en los grandes medios y luego pasar a la versión cinematográfica?
Al principio me pareció algo aventurado, es un riesgo que se corre, el mismo que corremos todos los que nos empeñamos en hacer una obra de arte, sea cual sea la manifestación que elijamos para expresarnos, pero como te dije antes, me arriesgo porque me gusta hacerlo, asumo el riesgo de crear.