Backyard/El traspatio: regreso impactante del mexicano Carlos Carrera
Por Braulio Peralta
Backyard/El traspatio, película de Carlos Carrera con guión de Sabina Berman, toca fondo en el problema de los asesinatos de mujeres, no solo en
Ciudad Juárez, sino por ejemplo en Suecia, donde el 46 % de
las mujeres han sufrido violencia por parte de algún hombre.
En un traspatio pasan cosas que generalmente la familia oculta por el qué dirán. Montones de remordimientos, frustraciones y rencores enconados quedan guardados para siempre. Nadie quiere creerlo, pero el traspatio de una casa cualquiera es en realidad la dimensión de muchas tragedias que, ya en sociedad, se vislumbran a la perfección.
El discurso de la película, magistral en varios sentidos, es radical: todos los hombres somos en esencia violentos contra las mujeres, mientras no demostremos con actos concretos lo contrario. El filme no salva a ningún hombre, cuando piensan que las mujeres son de su propiedad solo porque las aman o las desean. Y harán todo para lograrlo aun sin permiso de ellas. Ese en el menos enfermizo de los casos. Cuando ya las asesinan, una por una hasta sumar cientos, miles o millones según desde donde se midan las cifras, nacional o internacionalmente, la sociedad patriarcal, la red de intereses políticos y económicos, la corrupción, la impunidad está sentada aun en sociedades que se dicen civiles, pero no lo demuestran con actos donde la ética y la moral bien entendida tendrían que ser la norma por ley constitucional.
¡Qué película! Carrera regresa como el mejor director de México y Sabina demuestra que es una guionista digna de las mejores generaciones dedicadas al cine. ¡Qué binomio! Cuando el cine deja de ser sueño para convertirse en realidad. Cuando el cine regresa por sus fueros para denunciar crímenes aun sin esclarecer de los que tendría que dar cuenta el ex gobernador de Chihuahua Francisco Barrio.
La violencia doméstica contra las mujeres viene desde niños, en el seno familiar. De la familia nace el germen de equidad entre mujeres y hombres, respetando las diferencias sexuales. Acabo de leer un libro que me tocó tanto como el filme que espero sea un éxito: Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson. El problema de las mujeres y los hombres también es una lucha por el poder: público o privado. Habría que luchar por una igualdad, mínima, por respeto al ser humano sin importar su condición sexual.
(Fuente: Milenio.com)