“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)
CRITICA
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Los bastardos: una esperanzadora respuesta del cine mexicanoPor José Antonio Bermúdez
Hay directores, hay historias, hay guiones que se construyen alrededor de una escena. Un momento en el metraje que llama poderosamente la atención. Un impacto. Para que ese instante sea lo más intenso posible, la película debe haber transitado a un ritmo lento (y si es posible, sin pausa, que avance). Acostumbrados a un cine superpoblado de impactos (dígase acción, efectos especiales y acumulación de movimientos de cámara), éstos se alejan de su razón de ser y se convierten en pura rutina. El espectador, inmune (por no decir domesticado), presencia imágenes sin efecto alguno.
Si en La naranja mecánica y Funny games los asesinos traviesos juegan con sus víctimas, sin aparente motivo/causa que lo justifique, en Los bastardos se insinua la justificación, pero el impacto nos deja huérfanos como espectadores atónitos. Hay indicios de desarraigo, marginalidad y pobreza que “podrían” explicar las acciones de los dos inmigrantes ilegales mexicanos en algún lugar de Estados Unidos. Pistas a cuenta gotas: como la escena inicial, en la que los dos caminan por un canal, al margen de una de las zonas residenciales dónde habita una clase media en decadencia. Los protagonista deambulan, sin destino, y esperan, al borde de la carretera, la llamada de algún "gringo" que les ofrezca trabajo por unas horas. Pero tienen un arma, sinónimo de libertad en el país que les prometía un futuro. Y asaltan una de esas casas. Lo que encuentran adentro no dista de la situación que ellos viven.
Esperanzadora respuesta del cine mexicano a la temática fronteriza, tan recurrente en los últimos tiempos, que victimiza al inmigrante que busca una vida mejor en el país vecino. Detrás de todo ello, la violencia como respuesta al anonimato, la desidida y la frustración. No hay forma de revertir una situación que irradia tensión durante todo el metraje.
Para ello, el director sigue los preceptos de otra obra minimalista del cine latinoamericano, Batalla en el cielo de Reygadas. De hecho, participó en ella. Y en esa película también se trabaja el impacto, en el que ese ritmo ralentizado se interrumpe, de forma abrupta, con una escena desestabilizadora. A partir de ese momento nada será igual. Al menos para el espectador.
Los bastardos: a promising answer of the Mexican cinema
By José Antonio Bermúdez
There are directors, there are stories, there are screenplays that are built around one scene; a moment of the running time that powerfully calls the attention; an impact. In order that this instant becomes the most intense possible thing, the movie should have lapsed at a slow rhythm (and if it is possible, without pause, advancing). Accustomed as we are to a cinema overcrowded with impacts (such as action, special effects and successive camera movements), these move away from its original reason and become hackneyed. The spectator, immune (let`s not say domesticated), witnesses images render ineffective.
If in Clockwork Orange and Funny Games the mischievous murderers played with their victims, without apparent motive/cause that justifies this action, in the Mexican feature film Los bastardos the justification is suggested, but the impact leaves us orphans as amazed spectators. There are signs of uprooting, marginality and poverty that "would" explain the actions of the two illegal Mexican immigrants in some place of United States. Scarce hints: as the initial scene, in which both walk along a channel to the margin of one of the residential areas where inhabits a decadent middle class. The main characters aimlessly wander, and wait, on the edge of the road, for the call of some "Yankee" who offers them a part time work. But they have a weapon, a synonym of freedom in the country that promised them a future. And they assault one of those houses. But what they find inside is not very different to the situation that they live.
A promising answer of the Mexican cinema to the border related topic, so recurrent in the last times, that victimized the immigrant that looks for a better life in the neighboring country. Behind this situation is the violence as an answer to anonymity, total apathy, and frustration. There is not diversion from a situation that irradiates tension during the whole footage.
To manage the above mentioned, the director follows the precepts of another minimalist work of the Latin American cinema, Reygadas`s Batalla en el cielo. In fact, the director took part in that film. And that film also works with the impact, in which that slowed down pace is interrupted, in an abrupt way, with a destabilizing scene. From this moment on, anything will be same, at least for the spectator.
(Fuente: muchocine.net)
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