Las viudas de los jueves, declaraciones del realizador argentino Marcelo Piñeyro
Por Marcelo Piñeyro
Claudia Piñeiro inicia su novela Las viudas de los jueves con una cita de Tennesee Williams de su pieza El zoo de cristal: "La época en que transcurre la acción es el lejano período en que la enorme clase media de Estados Unidos se matriculaba en una escuela para ciegos". Y esa fue la clave que me puso en marcha para encarar este filme, que es una mirada sobre la crisis que desemboca en el estallido social de diciembre de 2001, pero desde los sectores del privilegio, los que celebraron las causas que provocaron una de las mayores crisis de la historia argentina.
A fines del año 2001, Argentina está a punto de estallar, pero en el barrio privado de Altos de la Cascada nadie lo menciona. La vida transcurre idílica como siempre, entre casas que imitan mansiones sureñas, jardines de diseño y piscinas climatizadas. Separado de la realidad por muros y cámaras que todo lo vigilan, el country de Altos es una burbuja perfecta en un país erizado de espinas. Hasta que una de sus piscinas recibe un regalo macabro: tres cadáveres, vecinos destacados del country. A partir de allí, el filme desandará el camino hacia las razones que hacen del crimen una muerte anunciada.
El hallazgo conmueve a esa cerrada comunidad, que se apresura a etiquetarlo de accidente y a definirlo como tragedia e infortunio. Pero la revisión de las últimas actividades de las víctimas hace dudar sobre el carácter accidental de esas muertes. Por debajo de su fachada impoluta, el barrio de Altos de la Cascada se revelará precario como un polvorín, desmintiendo la creencia de que la prosperidad es eterna y de que la abundancia equivale a la felicidad. En ese mundo perfecto las certezas comienzan a desmoronarse y crece la sensación de que lo peor está a punto de suceder.
En Las viudas de los jueves intentó continuar una reflexión iniciada en Cenizas del paraíso y continuada en El método. Como en aquellos filmes, con el aire de un thriller, intentaré realizar una indagación acerca del sector social funcional a las políticas que generan la decadencia, que aplaude y celebra su aplicación, y que también termina victimizado. Esos amplios sectores que viven "matriculándose en una escuela para ciegos".
(Fuente: AltaFilms/Cinestel.com)