“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)
CRITICA
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Rabioso sol, rabioso cielo, el amor y la pérdida en una dimensión míticaPor Antonio Camarillo
El cine en México continúa siendo un cine de etiquetas. Y el prejuicio al que aún se enfrentan las cintas producidas en México ?todavía es común escuchar a los asistentes a las salas debatirse entre ver aquella comedia, la de terror o “la mexicana”, como si de un género se tratara? puede resultar insuperable, incluso para el cine más comercial.
Y el prejuicio es algo que conoce bien Julián Hernández, para quien la etiqueta de “cine gay” ha sido tal vez un estorbo y, al mismo tiempo, una ventaja en nuestra reñida cartelera. Quizás más aún que como sucedía ya en sus filmes anteriores, Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, nunca acabarás de ser amor y El cielo dividido, la temática homosexual en Rabioso sol, rabioso cielo resulta acaso un mero pretexto para abordar cuestiones universales como el amor y la pérdida, aunque revistiéndolas de una dimensión que podría calificarse como mítica, sobrenatural.
Circunspecta y reservada, y muy lejana de la provocación que las etiquetas querrían endilgarle, la cinta de Hernández resulta así un reto para el espectador. De cerca de tres horas de duración, con escasos diálogos y decididamente abstracta en su concepción de lo romántico, lo cierto es que el autor parecería dispuesto a desentenderse no sólo de las ataduras del cine comercial, sino de todo convencionalismo que pudiese suscribirlo a un género específico. Esperemos que esta actitud lo ayude a encontrar su voz y público, y no que sólo para marginar una propuesta de por sí diversa.
(Fuente: Cinepremier.com.mx)
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