“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

CRITICA


  • Mal día para pescar: Cuando los mentirosos dicen la verdad
    Por Sergio Ríos Pérez

    Tras una exitosa andadura por certámenes cinematográficos de medio mundo comenzada en la Semana de la Crítica de Cannes, la coproducción hispano-uruguaya Mal día para pescar, ópera prima de Álvaro Brechner, ha sido presentada el pasado sábado en la 47ª edición del Festival de Cine de Gijón. Tanto la prensa especializada como el público, como es habitual en el certamen asturiano muy numeroso y participativo, le han brindado una acogida muy calurosa.

    La película comienza con un viaje al atardecer. Dos forasteros llegan a un pueblo en mitad de la nada de Sudamérica. Uno, elegante y con coleta, se llama Orsini y es un Príncipe del Reino de Siena (encarnado de modo magistral por Gary Piquer), mientras que el otro, muy corpulento y de aspecto salvaje, es Jacob van Oppen (interpretado por el finés Jouko Ahola), ex campeón del mundo de lucha libre, en gira de preparación para reconquistar su cetro. Ambos tienen algo en común: se sospecha que son un fraude.

    Recién llegado al pueblo, Orsini lanza un desafío. Quien logre aguantar tres minutos en el cuadrilátero con Jacob ganará 1.000 dólares. Aunque el Príncipe querría que el contrincante fuese un ex boxeador con el cual ha amañado el resultado, la joven y decidida Adriana consigue que sea su novio, conocido como el Turco por su bigote y el Matador por su furia. A partir de este momento, la línea que separa la realidad de lo que los personajes quieren hacer creer se hace más fina y los personajes deambulan hacia un destino inevitable sin poder hacer nada para evitarlo.

    La ambientación, subrayada por la excelente labor Álvaro Gutiérrez en la fotografía y Gustavo Ramírez en la dirección artística, remite a los clásicos del oeste, por su planteamiento (dos extraños que llegan a un pueblo donde todos recelan de ellos) y por su carácter mítico, casi intemporal, de la historia, donde el destino juega un papel muy importante.

    Mal día para pescar es una producción al 70% de España (a través de Telespan 2000, de Tomás Cimadevilla, y Baobab, del mismo Brechner) y al 30% de Uruguay (Express Producciones). Su estreno en España tendrá lugar el próximo 11 de diciembre de la mano de la recién nacida Vértice Cine (leer más), mientras que las ventas internacionales son gestionadas por la compañía alemana Bavaria Film International.

    (Fuente: cineuropa.org)


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