En El Salvador ha surgido una nueva oleada de cineastas que busca dar pie a una industria audiovisual y construir un nuevo concepto de país, alejado de la violencia que lo caracteriza, aseguró en una entrevista con Efe el equipo de realizadores del filme salvadoreño Volar.

La directora, Brenda Vanegas, y los productores ejecutivos, André Guttfreund y Mario Soundy, coinciden en que el país centroamericano está sentando la bases de una industria cinematográfica mediante una nueva generación de cineastas con estudios profesionales y el impulso del Estado.

"Hay una generación que se da cuenta de que el cine es el área donde se quiere desarrollar profesionalmente" y "cuando tiene la oportunidad de capacitarse fuera del país y de regresar, hace que estos conocimientos se multipliquen", explicó Vanegas.

Por su parte, Guttfreund, único ganador de un premio Óscar en Centroamérica, señaló que a este germen de la profesionalización se suman los fondos dados por el Gobierno, que hicieron que la producción cinematográfica salvadoreña pasara de "cero a 150 kilómetros por hora".

Entre 2014 y 2015, el Ministerio de Economía (MINEC) entregó mediante el concurso Pixels 1,7 millones de dólares no reembolsables para financiar 12 proyectos, un monto superior a lo que "se ha dado en toda la historia del cine centroamericano" para financiar audiovisuales, de acuerdo al oscarizado.

El productor ganó el premio Óscar en 1977 por el cortometraje de ficción In the Region of Ice, basado en un cuento de la escritora estadounidense Joyce Carol Oates.

Para Vanegas, la "coincidencia" de un mayor acceso a tecnología audiovisual más barata, "de la preparación académica y de que sean una apuesta del MINEC las industrias culturales, (...) hace que el reloj funcione".

Guttfreund explicó que entre los objetivos del MINEC se encuentra el de "atraer a producciones extrajeras (de ficción) que vengan a filmar aquí".

No obstante las pretensiones de impulsar la referida industria, los tres realizadores hacen énfasis en la necesidad de mostrar un país alejado de la violencia con la que hacer eco a nivel internacional.

Para Soundy, "en este país encontrar violencia es lo más fácil que hay" y "la gente que consume todo lo que nosotros podemos producir creo que ya está cansada de consumir lo mismo, la violencia".

"Pero si se les comienza a mandar un mensaje diferente, allí se puede crear una brecha importante de esperanza y de luz, que es lo que nos hace falta ahora como sociedad", expuso Soundy.

En esta línea, el productor señaló que es una "visión compartida" de los involucrados en Volar, cuyas líneas temáticas principales son la migración y el alzheimer.

La directora del filme, quien ha dirigido diversos documentales, aseguró que siempre está "contando historias que tienen que ver con la violencia, con la migración, con las problemáticas sociales durísimas que tiene el país" pero que este largometraje "es una decisión consciente de contar historias donde haya un poco más de luz".

"Todas mis ficciones tienen que ver con esa intención de volver a contar los temas que nos interesan, pero desde una perspectiva más humana" porque "siempre estamos hablando de que no queremos guerra, violencia e injusticia, pero muy poco hablamos de cómo se construye la paz, la convivencia, las relaciones humanas", añadió.

Guttfreund comparte la postura de sus colegas, pero su mirada gira en torno a la proyección del país hacía el extranjero y su impacto en aspectos económicos como el turismo.

"Es importante exportar una imagen de El Salvador que no solo sea migración-mara-guerra, porque por eso también no vienen turistas; ellos están seguros de que en el aeropuerto los van a secuestrar, porque la imagen nuestra afuera es tan negativa", expuso.

Añadió que otra de las intenciones del MINEC es mostrar que "adentro de todas las dificultades, de la violencia que se vive, hay luz".

"Todos los proyectos que se están haciendo (con los fondos del Gobierno), aunque algunos son duros, también despiertan esperanza, una posibilidad de un futuro distinto", señaló Guttfreund, quien también es asesor del MINED en el proyecto Pixels en el área audiovisual.

La directora define a Volar como "una película sobre el olvido" propiciado por la necesidad de migrar y el alzheimer.

Volar versa sobre María, una migrante salvadoreña en España que "tras ser despedida injustamente en su trabajo, consigue trabajar como cuidadora de Esther, una mujer mayor que padece Alzheimer".

"Estas dos mujeres desarrollan una hermosa amistad basada en emociones; además ambas afrontan retos paradójicos: María empeñada en olvidarse de una mala relación, mientras que Esther lucha por no olvidarse de las cosas importantes de su vida", reza la sinopsis del largometraje.