Internado en el Hospital Samaritano de Río por un cáncer de hígado, la Academia Brasileña de Letras confirmó en la tarde del sábado 21 de abril el deceso del gran realizador Nelson Pereira dos Santos, uno de los fundadores del Cinema Novo, que desarrolló un cine temática y estéticamente vinculado con la realidad latinoamericana de su momento.

Si bien Dos Santos es una firma reconocida también en nuestro país, no fue sino hasta 1968 cuando en el cine Lorraine de la calle Corrientes se estrenó su obra cumbre, Vidas secas, premiada por la Oficina Católica Internacional del Cine en el Festival de Cannes en 1964. Sobre ese título referencial del Cinema Novo el juicio de valor de la publicación dirigida a la industria cinematográfica Heraldo del Cine fue contundente: "En cuanto al público es difícil que acuda a ver un film que, aunque muy bello y humano, expone un tremendo espectáculo de miseria". Poco después llegaría a la Argentina Dios y el diablo en la tierra del Sol, de Glauber Rocha, confirmando el interés por el Cinema Novo, que tendría como punto culminante en nuestro país el triunfo de Macunaíma, de Joaquim Pedro de Andrade, como la mejor película del Festival de Cine de Mar del Plata de 1970. A ese festival Dos Santos arribó en 1962 con una de sus primeras obras, Mandacaru vermelho, y trabó allí eterna amistad con Fernando Birri.

Pero pasarían doce años después de Vidas secas para que se conociera otro film de Pereira dos Santos en nuestro país: Tienda de los milagros, que contó con dos nombres referenciales en su realización: el escritor Jorge Amado, en el guion, y Gilberto Gil, en la música, y que llevó a Pereira dos Santos a la Competencia Oficial del Festival Internacional de Cine de Berlín.

En 1982, dentro de un festival de cine brasileño, se concretaron su segunda visita a nuestro país y otro estreno comercial con El amuleto de Ogum. Luego, en plena primavera alfonsinista, se estrenó Memorias de la cárcel, que ganó el Premio Fipresci en Cannes. Finalmente, su última visita fue para recibir un homenaje del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en 2003.

Si bien Pereira dos Santos continuó filmando hasta 2013, cuando rodó A luz do Tom, su presencia en Argentina se fue espaciando, pero fue convocado por el British Film Institute para conmemorar el centenario del cine. Uno de sus mejores trabajos de su última etapa, la sensible Cinema de lágrimas, pudo verse en la televisión por cable.

Nelson Pereira dos Santos había nacido el 22 de octubre de 1928 en San Pablo y antes de dedicarse al cine cursó estudios en abogacía y periodismo y se acercó al efervescente mundo de los cineclubes de entonces, para luego concretar estudios en el Instituto Superior de Altos Estudios Cinematográficos de París. Nombre de relieve del cine latinoamericano, integró en cuatro oportunidades la Selección Oficial del Festival de Berlín e igual cantidad de veces en Cannes. Dentro del cine de su país, desde su primer largometraje, Río 40 graus, fue convirtiéndose en toda una referencia que alcanzaría proyección mundial y el reconocimiento de sus pares, como Glauber Rocha, quien manifestó en su Estética del hambre: "Desde Amanda hasta Vidas secas, el Cinema Novo narró, describió, poetizó, discursó, analizó los temas del hambre?".