A nivel de macrogéneros en Ecuador hay una fuerte inclinación por la ficción, es decir, la historia de un hecho o personaje ficticio en un universo diegético posible, señala Federico Koelle, crítico de cine y analista audiovisual. En el país se ha visto en los últimos cinco años una mayor apuesta en la incursión de géneros cinematográficos como la acción, el terror, el thriller, la comedia, el drama, pero es innegable, dice, que el cine nacional carga el estigma de ser un cine de planos largos, aburrido, a veces de autor.

Menciona que el cine de autor es el que se produce y promociona para circuitos de festivales y cita como ejemplo la película Alba, de Ana Cristina Barragán.

También señala que está el cine de género. “Un cine ecuatoriano que se incline al género ya existe. Se puede identificar uno para cada tipo de género, por ejemplo: Entre sombras: Averno, que es un thriller policiaco; La dama tapada, de José Miranda, en salas próximamente, que es de cine de terror y suspenso; Con alas pa’ volar, de Álex Jácome, que es un drama cómico; Las Zuquillo exprés, de Carl West, que es una comedia”, manifiesta Koelle.

Por su parte, Juan Martín Cueva, director de la escuela de cine de la Universidad de las Artes (UArtes), indica que en el cine ecuatoriano no existe una sola tendencia, lo que ha hecho en los últimos años es diversificarse. “Las películas exploran distintos tipos de temáticas, de apuestas escénicas, de propuestas de género, propuestas de estilo, de lenguaje, creo que eso se ve tanto en nivel de la ficción como a nivel del documental”, dice.

Agrega que basta con mencionar los últimos estrenos para darnos cuenta de que no hay una sola línea, entre ellas, Cenizas, de Juan Sebastián Jácome; Verano no miente, de Ernesto Santiesteban; Propagandia, de Carlos Andrés Vera; Siguiente round, de Ernesto Yitux; y Huahua, de Joshi Espinosa.

Cine a las aulas

El pasado 14 de mayo se abrió la carrera de cine en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, con el objetivo, según María Emilia García, su directora, de formar estudiantes que dominen las herramientas y principios de la realización audiovisual y cinematográfica, que puedan desarrollar investigaciones en el área.

Alfredo Mora Manzano, director del Festival internacional de cine documental Encuentros de Otro Cine (EDOC), afirma que cada vez hay más producción y eso se refleja en el aumento significativo de estudiantes de cine.

Jacinto Zambrano, estudiante de Licenciatura en Producción, en la UArtes, indica que el cine nacional se inclina por el de autor, en el que muchas veces se habla de problemáticas sociales.

En tanto que Diego Cortez, de Comunicación Audiovisual y Multimedia, de la Universidad Casa Grande, comenta que el cine latinoamericano, a diferencia del estadounidense y europeo, sigue aún buscando sus raíces.

Se me hace difícil establecer tendencias, cuando lo que estoy viendo es que llegan a los festivales y a las carteleras comerciales propuestas realmente muy diversas...”.

Juan Martín Cueva, director de la escuela de cine de la UArtes.