“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

NOTICIA


  • Los Premios Ariel y la indignación del cine mexicano por la muerte de los tres estudiantes de Jalisco
    Por María Angulo

    Un emotivo mensaje contra el asesinato de Javier, Daniel y Marco se alzó durante la entrega de los galardones mexicanos a lo mejor del cine de Iberoamérica.

    El recuerdo primó en los Premios Ariel. La ceremonia de entrega de la edición número 60 de estos galardones mexicanos se sumió en la ira por el asesinato de tres estudiantes de cine en Jalisco en marzo, tras su intento por grabar un cortometraje en el campo.

    La alfombra roja se plagó de mensajes en honor a Javier Aceves, Jesús Díaz y Marco Ávalos, un trío de soñadores que le apostaban a convertirse en estrellas de la producción fílmica. Todas las frases eran de unidad y cayeron encima del terciopelo colorado en forma de cintas en las que iba grabado un punzante “No somos tres, somos todxs”.

    Y es que entre directores, actores, productores y amantes del mundo cinematográfico mexicano el sentimiento es ese, el de la solidaridad por las víctimas de un conflicto que no da tregua y que hiere al país delante y detrás de cámaras.

    Una gala contra la violencia, el machismo y el olvido indígena

    El escenario del Palacio de Bellas Artes selló la noche en la que Ciudad de México rindió un tributo especial. Los discursos de los ganadores coincidieron en la necesidad apremiante de que cese la violencia y de que se dé con el paradero de las decenas de desaparecidos que enlutan la nación.

    Con seis premios, la cinta Sueño en otro idioma recibió la ovación de los asistentes. Esta propuesta por la protección de las lenguas indígenas fue elegida en las categorías a mejor película, guion original, música original, fotografía, actor y sonido.

    Con una estatuilla menos, pero igual número de aplausos, la película La región Salvaje y su crudo guion sobre la homofobia y el machismo recibió los reconocimientos a mejores efectos especiales, dirección, edición, actriz en cuadro y efectos visuales.

    Más allá de las balas y el olvido, Karina Gidi, la ganadora al premio como mejor actriz gracias a su papel en el filme Los adioses, señaló que existe otro tipo de violencia que resulta aún más “difícil de distinguir" y que se trata del que es ejercido por quienes no quieren dejar “brillar” a los otros.

    El premio a mejor actor de cuadro fue para Andrés Almeida, por su participación en Tiempo Compartido; el de mejor coactuación masculina lo recibió Miguel Rodarte y el de mejor coactuación femenina cayó en las manos de Verónica Toussaint, mientras que Juan Ramón López obtuvo el de mejor actor revelación y Ana Valeria Becerril ganó el mismo, pero en la categoría femenina.

    El brillante camino de la cinta chilena Una mujer fantástica es cada vez más extenso. Tras ser nominada al Óscar como mejor película de habla no inglesa, fue galardonada con el Premio Ariel a mejor película iberoamericana y, en medio de la emoción por la recepción de la estatuilla, su protagonista, Daniela Vega, clamó por más amor y resistencia "ante la violencia”.

    El llamado de la juventud y el cine a la visibilidad de los temas "graves"

    La noche de entrega de los premios, a los que se inscribieron 144 trabajos cinematográficos, de los cuales 58 fueron largometrajes mexicanos y 13 fueron películas de distintos rincones iberoamericanos, estuvo marcada por un mensaje sobre la importancia de visibilizar los temas “graves”.

    Everardo González, el ganador en la categoría a mejor documental con La libertad del diablo, el cual evidencia el dolor de la violencia a través de las voces de sicarios, policías y militares, insistió en que ante la ola de conflicto sería todo un “despropósito” tratar temas más “amables” en las producciones.

    Decenas de estudiantes coincidieron con González. Una de ellas fue la alumna encargada de pronunciar un discurso en memoria de los estudiantes de Jalisco. Sus palabras fueron claras: “que la rabia nos dé fuerza y la imaginación nos guíe”, dijo la joven, mensaje luego del cual la sala quedó en completo silencio.

    “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, ese fue el grito con el que cayó el telón de los Ariel en una ceremonia en la que la ira y el recuerdo se convirtieron en palabra, sonido e imagen.


    (Fuente: France24.com)


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