La directora y actriz argentina Ana Katz cuestiona las convenciones sociales sobre la familia, la vida en pareja, las vacaciones o el dinero en su última película, "Sueño Florianópolis", un filme que refleja la disfuncionalidad presente en las familias.

"Absolutamente todas las familias son disfuncionales", afirma la realizadora en una entrevista con Efe en el marco del Festival de Karlovy Vary (República Checa), donde ha estrenado un filme que demuestra el interés de Katz por trabajar "con afecto" sobre ese tipo de conflictos.

La trama de esta comedia melancólica se centra en un matrimonio argentino en crisis que, en los años 90, emprende con sus dos hijos adolescentes un largo viaje por carretera hasta la ciudad costera brasileña de Florianópolis y sus vivencias allí en una casa de vacaciones.

"La película, a través de ese viaje a Brasil se permite acercar a una zona más íntima de los personajes, donde esas convenciones se deconstruyen, se desarman, para aparecer ciertos mínimos momentos de libertad, que no es una libertad organizada, sino una especie de libertad para deambular y descubrir", explica Katz.

"La manera en que se rige el mundo a través del capitalismo, la familia y la patria, muchas veces deja fuera un montón de opciones más libertarias, que pueden ni siquiera ser tan extravagantes", añade la realizadora argentina.

En Sueño Florianópolis, donde la directora y coguionista se inspira en recuerdos de sus propias vacaciones, el relato fluye a través de la mirada de la protagonista, Lucrecia, psicoanalista que vive una experiencia que le marcará a ella y a su marido, Pedro, también psicoanalista.

Lucrecia y Pedro se encuentran en un complicado proceso de separación, durmiendo en camas diferentes pero compartiendo las comidas y otros rituales familiares.

Y estas vacaciones podrían ser su último viaje juntos, quizá un último intento de salvar su matrimonio, pero entonces ambos comienzan un idilio veraniego con dos personas que les hará replantearse sus vidas.

Durante las vacaciones, liberados de la rutina domestica y en un lugar que desconocen, se muestran más abiertos a descubrir, una experiencia que "los supera", según la cineasta.

Katz, de 42 años, ha dirigido películas como El juego de la silla (2002), Una novia errante (2007) y Los Marziano (2011), mientras que como actriz ha participado en proyectos como Kiki, el amor se hace (2016), un film del actor español Paco León.

Ahora Katz compitió con Sueño Florianópolis por el Globo de Cristal en Karlovy Vary, el principal premio del festival.

En cuanto a haber hecho la película en coproducción con Brasil, Katz reconoce que cada vez se explota más esa posibilidad, aunque persisten los problemas de distribución y los "complejos en las salas" de los distintos países de Latinoamérica.

"Se trabaja en coproducción bastante más, pero en este caso es una coproducción genuina, porque cuenta de argentinos que viven en Brasil de una manera especial, y no es simplemente una cuestión geográfico", apostilló.