Exigente y detallista, Claudia Pino no acepta con facilidad un ‘no se puede’, siempre hay una forma y modo de hacer las cosas. En este sentido, su principal creación profesional es, a la vez, su mayor pasatiempo: el Festival Internacional de Cine de Lebu (Ficil), aunque está claramente delimitado el lugar que tiene este en relación con su vida familiar. “Mi sueño en lo familiar, que para mí es lo principal, es ver crecer a mi hijo, sano y feliz. En lo profesional, hacer del Bío Bío el mayor polo audiovisual de Chile. Quiero continuar con el trabajo con mujeres, niños y adolescentes durante el año. Visibilizar el cortometraje como producto y potenciar la Región como locación para proyectos fílmicos“.

Reconoce que la génesis del Ficil fue por una cuestión de acceso igualitario a material fílmico, y que con el tiempo fue mutando y alcanzando el nivel y prestigio que goza hoy en día. “En 1999, tuvo lugar el primer Ficil en la Caverna Benavides, con ayuda de mi familia, amigos, el municipio y la División de Cultura. Nace por un tema social, de acceso y oportunidades a todos por igual. Luego, comienza tomar vida propia, se suma Cañete, Concepción, las subsedes que tenemos en España, Argentina, Guatemala y Cuba, donde se exhiben los cortometrajes chilenos y el público vota y se entrega la estatuilla al ganador en Chile”.

Añadiendo que “hoy en día, Cinelebu es calificado como un referente del audiovisual en Chile, al ser el único festival calificador de cortometrajes para los Oscar en Ficción Internacional, Regional y Animación Internacional, y al ser un importante ente difusor de la provincia de Arauco y la Región en Chile y el extranjero”.

Sobre la valorización y equidad de las mujeres en el área audiovisual, Claudia enfatiza que “se valora cada día más a la mujer. Sin embargo, eso pasa también porque las mujeres nos estamos atreviendo a decir yo me encargo de tal o cual rol. Por ejemplo, en un rodaje las estudiantes están dirigiendo y eso me alegra mucho. Cuando yo estudiaba, casi siempre dirigían hombres. Tenemos hoy en día importantes mujeres cineastas, que con sus trabajos han llevado el nombre de Chile a otros importantes festivales, como Dominga Sotomayor, Marialy Rivas, Paola Castillo, Pepa San Martín o Claudia Huaiquimilla. Las mujeres tenemos mucho que decir y aportar, y eso, hoy en día se valora”.

Más allá de haber sentido en algún momento discriminación o algún tipo de vulnerabilidad por ser mujer, sí vivió algunos tipo desaires por ser de provincia, “mi carácter ha sido siempre fuerte, y muy convencida de lo que estaba desarrollando, así que nunca me sentí pasada a llevar ni incómoda. Sí, antiguamente, por ser de regiones, cuando tenía alguna reunión siempre se tomaba más valoración a quienes eran de Santiago, o cuando pedíamos alguna cita nos les interesaba, porque era un “festivalito” de región”.

Un sentir similar y optimista en cuanto a la igualdad de condiciones y oportunidades para hombres y mujeres, reconociendo que “en el mundo cultural creo que hay igualdad de oportunidades. De hecho, las mejores gestoras culturales son mujeres, así también como importantes y destacadas productoras ejecutivas. Sin embargo, en el ámbito político y empresarial creo que estamos a años luz de tener las mismas oportunidades. Hace muy poco se incorporaron mujeres a dirigir festivales, la mayoría son hombres, y no solo en Chile, en el mundo. Por suerte eso está cambiando, las mujeres tenemos la firmeza y claridad para dirigir cualquier cosa, pero con la sensibilidad de aportar con otras miradas en diferentes temas”.