La psoriasis es una enfermedad inmunomediada sistémica, crónica y de amplia prevalencia que afecta a más de 100 millones de personas en todo el mundo. A pesar de su magnitud, hay mucho por hacer en relación a la visibilización de la realidad de quienes la padecen.

Es por eso que en el marco del Día Mundial de la Psoriasis, Fundación PADECE y Bristol Myers Squibb estrenan Camuflados, un emotivo cortometraje destinado a generar conciencia sobre los desafíos emocionales que enfrentan las personas que luchan contra esta enfermedad.

"Camuflados" nos sumerge en la vida de Tomás (35), quien acude a una terapia de carácter psicológica para enfrentar las complicaciones debido a la enfermedad con la que vive. A medida que avanza la historia, notamos que la búsqueda de ayuda del protagonista no solo es por la aceptación de su entorno, sino también abarca una lucha interna que lo hace querer desaparecer. Tal vez, producto de las situaciones más adversas, Tomás ha logrado un método de defensa: camuflarse en su entorno. La trama se basa en las historias de miles de personas que deben vivir con psoriasis.

El cortometraje mezcla imagen real y animación con el fin de generar la sensación onírica que nos evocan los recuerdos del protagonista.

Se puede ver en el link: www.padece.cl/camuflados

“Yo padezco de dermatitis atópica”, cuenta la guionista Natalia Luque (Soy sola). “Apenas supe del proyecto, quise participar en el desarrollo del guion y entiendo que varios integrantes del equipo tienen alguna dolencia de estas características. Como equipo, enfrentamos el tema considerando esta dimensión psicológica que sabemos y comprendemos afecta en igual o mayor medida, dependiendo de la severidad de la enfermedad a las personas que viven con ella”.

“Van a ver una película que nos muestra  las dificultades físicas y emocionales que experimenta una persona que vive con psoriasis u otro tipo de afecciones a la piel”, reflexiona, por su parte, Daniel Contesse (Cabros de mierda, El Conde), actor protagónico de Camuflados. “A veces no nos percatamos de cómo las acciones diarias pueden significar una carga enorme, y que los y las pacientes se enfrentan a situaciones que, a juicio de muchas y muchos, son cosas simples y normales pero que para ellos realmente son una lucha interna muy difícil y dolorosa, porque se carga en silencio. El público encontrará en “Camuflados” una historia que los hará pensar sobre su salud y la capacidad de empatía con las y los pacientes de este tipo de enfermedades”.

La actriz Geraldine Ossa, por su parte, confiesa que ha vivido  la discriminación en carne propia. “Padezco esta enfermedad. En mi caso aparece en las uñas. Ya la tengo controlada pero es efectivamente un tema. Quizás por desconocimiento, o simple prejuicio de las personas, en mis conversaciones para preparar el papel la discriminación es un aspecto cotidiano para las y los pacientes. Cuando estoy en un período de crisis y tengo que actuar me provoca mucha vergüenza y, como el protagonista, siento ganas de esconder mis manos que son importantes para realizar mi oficio. Una siente que las manos son el foco de mirada de los demás. Puedo decir que esa mirada es con desprecio, inquisidora”.

El director Daniel Mosca agrega: “este cortometraje busca profundizar en la comprensión de enfermedades que van más allá de las apariencias físicas. Hay un profundo componente emocional y mental que a menudo es eclipsado. Es esencial que reconozcamos y reflexionemos sobre estas facetas para cultivar una genuina empatía hacia quienes enfrentan estos desafíos día a día”.

La búsqueda de empatía justifica los recursos formales del cortometraje. “Quisimos utilizar animaciones e imágenes reales para ejemplificar los estados anímicos de las y los pacientes, cuando por ejemplo sienten esas ganas de camuflarse”, destaca Nicolás Fernández, productor ejecutivo de “Camuflados”. “Son esas ganas de desaparecer luego de una mirada discriminadora. Como nos comentaron muchas personas en el período de investigación, desaparecían o tenían ganas de hacerlo”.

Camuflados es posible gracias al apoyo de BMS y la Fundación Padece, la consultora especialista en el área científica Quantico, las productoras Mosca y Roots Films, y la casa de animación Dino Gorila. Con un mensaje construido desde la empatía, el equipo quiso “descamuflar” la discriminación y estuvo conformado por varias personas que viven con enfermedades que se manifiestan en la piel.