“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

NOTICIA
  • Frame de "La captura", la película de ficción inédita de Pedro Chaskel que actualmente se encuentra en búsqueda de financiamiento.


    “La captura”: el largo camino para rescatar la única ficción de Pedro Chaskel
    Por Catalina Araya

    Todo arrancó cuando el camino de Pedro Chaskel, emblemático director y precursor del Nuevo Cine Chileno, se cruzó con la literatura de Edesio Alvarado. "La captura", una recopilación de los grandes cuentos del escritor, llegó a las manos del cineasta en los primeros años de los 60. Sin embargo, fue la historia detrás del relato homónimo la que se robó su atención por completo.

    En él, se narraba la injusticia de la que era víctima un campesino pobre que, aquejado por el hambre, decide robarse un animal. Carabineros lo detiene para retenerlo en la comisaría del pueblo, donde es sometido a una serie de vejaciones que sólo se detienen cuando el hombre decide escapar. Para Chaskel, el potencial audiovisual detrás del cuento era evidente.

    Casi de forma inmediata, comenzó a gestionar la forma de echar a andar el rodaje de una película que, con el mismo nombre y basada en la historia escrita por Alvarado, sería la primera y única ficción de su filmografía.

    Así, en 1967 y bajo la dirección de Chaskel, la fotografía de Héctor Ríos, la producción de Luis Cornejo y la asistencia de Fernando Bellet, el emblemático equipo perteneciente al Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile se movilizó a un campo abierto de Pucón para arrancar las grabaciones de una película que nunca llegó a estrenarse.

    En septiembre de 1973 y con la llegada del Golpe de Estado, los rollos de 35 mm que contenían la materia prima de “La captura” y varios registros audiovisuales del cine criollo debieron ser escondidos y resguardados por la Cineteca de la Universidad. ¿El motivo? La amenaza inminente de ser destruidos por la policía o las Fuerzas Armadas de la dictadura cívico militar.

    Pasaron 52 años hasta que ese material, rescatado por  Abdullah Ommidvar y conservado en la Cineteca, salió nuevamente a la luz. “El 2019 empezamos un proceso con Pedro Chaskel para recuperar esos materiales que todavía conservamos en la Cineteca de la Universidad de Chile”, cuenta su coordinador, Luis Horta, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile.

    “Esa recuperación implicó la restauración física de los materiales originales en 35 mm y la digitalización en 4K, en formatos contemporáneos digitales, haciendo las correcciones de luces y todo el proceso de recuperación del material en bruto, sin la edición. Después vino la pandemia, que nos obligó a detener los procesos hasta que ya el año pasado pudimos empezar a trabajar y rehacer el montaje de la película junto con el cineasta Renato Dennis, que fue un importante colaborador de Pedro Chaskel”, agrega.

    Ese sería el proyecto que ocupó al cineasta durante sus últimos días, hasta su lamentable fallecimiento el pasado 20 de febrero a los 91 años. Hoy, finalizar los trabajos de montaje y post producción es una de las prioridades del equipo de colaboradores de Chaskel, y que los tiene en la búsqueda de los recursos para lograr hacer que la única ficción del cineasta pueda transformarse en una realidad.

    El director Renato Dennis fue uno de sus grandes compañeros de labores. Se conocieron el 2010, cuando Dennis pasó por la Universidad Arcis como estudiante de cine, donde Chaskel era profesor. Así comenzó una amistad que se extendió a lo laboral cuando se dio inicio al proceso de restauración en la Cineteca.

    “Esto partió aproximadamente hace un año, cuando nos juntamos con Pedro para ver un proyecto que yo tenía en ese momento, que se llama ‘La revuelta’ y que es un documental acerca del estallido, donde Pedro participó como asesor de montaje. Esta reunión fue en su casa, y ahí fue cuando me contó del proyecto de ‘La captura'”, recuerda Dennis en conversación con nuestro medio.

    “Me mostró imágenes, me contó el proyecto. Estaba empezando a juntar gente para formar equipo, para conseguir recursos, que es lo más importante. Y yo, viendo la enormidad y la importancia del proyecto, le dije que me sumaba encantado. Sin esperar nada a cambio en el momento, viendo solamente que pudiéramos empezar a ordenar el material, a clasificarlo, a hacer todo lo que alcanzamos a hacer con Pedro mientras él estuvo vivo“, añade sobre esas primeras conversaciones con Chaskel.

    Pronto, terminaría involucrándose en la dirección de la película con el objetivo de lograr que el resultado final fuese lo más cercano a lo que el cineasta planificó en vida. “Y eso me lo explicó a mí”, agrega Dennis. El material que permitirá no solo darle un buen cierre al filme, sino que también constatar el proceso detrás de este enorme trabajo.

    “Tengo notas que saqué de cosas que conversamos y grabaciones de él. Porque también estoy haciendo un documental acerca de este cortometraje. Se llama "Rescatando La captura" donde vamos a mostrar toda la interna y a Pedro en el proceso de la película. Porque el material está digitalizado, pero nos faltan los fondos necesarios para editarlo, para construir una banda sonora, para construir un narrador’, adelanta el director.

    La lucha por recursos

    Tal como menciona Dennis, una de las grandes piedras en el zapato ha sido la falta de fondos para costear todo lo que implica una restauración y producción de estas características. “Estamos en la búsqueda de recursos para hacer la sonorización, pues la original se perdió después del golpe de Estado. También la musicalización. Tenemos que hacer alguna lectura de labios, porque los actores hablan pero no sabemos lo que dicen exactamente”, desglosa Horta sobre las principales tareas pendientes.

    “Para eso, estamos solicitando los apoyos del Ministerio de las Culturas. Lamentablemente se hizo una postulación y el director de la película falleció entre medio. Para nosotros, ahora adquiere otra connotación, porque es el legado de la obra de Pedro Chaskel, además de las características artísticas propias de la película”, agrega.

    Sin embargo, y a pesar de la importancia que reviste el filme, existe el riesgo de que finalmente no pueda concretarse su estreno. Algo que implicaría una importante merma para el patrimonio cinematográfico de nuestro país. “Nosotros estamos postulando a un concurso para obtener recursos, lo que no parece justo para un intelectual que tuvo una incidencia cultural relevante en nuestra historia reciente. Pero tenemos que concursar, igual como cuando compramos un Kino o cualquier producto de la lotería. Nos parece que esas lógicas no debiesen ajustarse a los bienes patrimoniales, porque tenemos una responsabilidad, en específico las instituciones públicas del Estado”, reflexiona el coordinador de la cineteca.

    Dennis está de acuerdo. "La captura" es una obra patrimonial fílmica de Chile, absolutamente. Es una película que anticipa toda la temática del Nuevo Cine Chileno. Anticipa las temáticas de "El chacal de Nahueltoro", de "Valparaíso mi amor". Anticipa muchas temáticas de películas sociales que vinieron en un futuro. Además, también tiene el valor de ser la única película de ficción que hizo Pedro Chaskel. Fue hecha por el Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile, en la década de los 60. Esta obra es el germen del Nuevo Cine Chileno. Y, como tal, tiene una importancia histórica.

    La crítica de cine Alejandra Pinto también comparte aquellas impresiones. Desde su vereda, apunta a que todos los registros que dejen constancia del surgimiento del movimiento cinematográfico en nuestro país concentran un valor incuantificable: “Siempre va a ser súper importante tener la posibilidad acceder a la historia del cine chileno. A estos documentos o estos instantes en los que se estuvo haciendo cine y que conformaron el engranaje de lo que hoy entendemos como la gran cinematografía nacional”.

    “Tener esta película, de un personaje tan importante dentro de nuestra historia, nos puede permitir también entender otras facetas del autor, siendo esta la única ficción que hizo. Y, de esa forma, también abrir un nuevo espacio de valoración de este tremendo director, que tal vez puede llamar a otras personas a conocer su trabajo”, complementa Pinto.

    Chaskel, un emblema del cine chileno

    Aunque nació en Alemania, Pedro Chaskel vivió la mayor parte de su vida en nuestro país. Tenía siete años cuando él y sus padres -de origen judío- debieron abandonar Europa en 1932 ante la creciente amenaza del antisemitismo que pronto estallaría en la Segunda Guerra Mundial.

    En Chile, y durante su juventud, se transformó en uno de los fundadores del Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile, donde Chaskel y otras grandes figuras audiovisuales de nuestra historia inauguraron la Cineteca de la Universidad. Misma casa de estudios donde luego estimularía la creación de la carrera de Cine y TV.

    “Pedro Chaskel es reconocido por todo el medio audiovisual como uno de los más importantes e influyentes realizadores de cine documental de nuestra historia”, precisa Horta. “No solamente por una carrera fructífera, con casi 40 películas que desarrolló desde los años 60 hasta los dosmiles, sino por la versatilidad de su forma fílmica, que abarcó desde películas más de ensayo experimental hasta documentales clásicos, de encuesta y entrevista”.

    “Lo que sí es transversal en su obra -explica el coordinador de la Cineteca- es su honda sensibilidad por la justicia social, por la búsqueda de una verdad, y por colocar en el espacio público aquellas verdades que generalmente quedan ocultas por ser incómodas, por ser críticas de lo que ha pasado en nuestra historia. Es una revisión súper pertinente que empieza a horadar una historia oficial, y creo que ese es uno de los elementos centrales de su obra”. Así, Horta cita icónicos metrajes como “Aborto” (1965) o “Recado de Chile” (1978).

    Sin embargo, uno de sus legados más presentes es la grabación del bombardeo al Palacio de La Moneda el 11 de septiembre de 1973.  “Es una imagen que vemos todos los años, y que se ha transformado en un ícono cultural de cómo hemos visualizado nuestro pasado traumático. Él es responsable de esas imágenes, él las filmó con una camarita de 16 mm y estuvo trabajando junto a nosotros en la Cineteca en la restauración en 4K de esos materiales”, recalca el investigador.

    Para Alejandra Pinto, parte importante del valor que sostiene la imagen de Chaskel es su aporte fundacional a nuestro medio audiovisual. “Mucho de lo que él hizo creó escuela, pero también logró generar una forma de hacer cine. Y una forma de compartir el cine en Chile que, gracias a su cine club y también al Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile, nos permitieron entender cuál podía ser el rol de hacer películas en nuestro país”.

    “Y eso, en un lugar donde sigue costando mucho sacar o promover películas, continúa siendo súper importante. Creo que lo que hizo Pedro Chaskel por la consciencia cinematográfica nacional es súper relevante porque nos permitió pensar en lo que somos y en el cine que queríamos hacer”, concluye la crítica.

    (Fuente: uchile.cl)


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