The most beautiful and my very best years, es el título en inglés de la película boliviana Lo más bonito y mis mejores años, del director Martín Boulocq, boliviano nacido en la ciudad de Cochabamba,  ganador de varios premios y merecedor de innumerables reconocimientos.

Alba Balderrama, es la productora de la cinta, también cochabambina y de una trayectoria muy amplia en cuanto al medio se refiere, ganadora también de mucho premios y co -fundadora del grupo llamado "Jóvenes Elegantes".

En esta película participan actores de la talla de Juan Pablo Milán, Alejandra Lanza Lobo, ellos son los protagonistas de la película Lo más bonito y mis mejores años, película que ha participado en innumerables festivales de cine, teniendo muy buenos comentarios de la prensa nacional e internacional.

Lo más bonito y mis mejores años, es el título de trabajo de una película que se finalizó de rodar hace más de tres años, bajo la dirección del joven cineasta cochabambino, Martín Boulocq. El filme rompe los cánones tradicionales con los que normalmente se hace cine en Bolivia. Esta es la primera película cochabambina que se estrena mundialmente. La cinta se exhibió recientemente en Cochabamba y hoy será presentada en el Cine Center de nuestra ciudad.

Lo que ha logrado Martín es un filme de un realismo y una crudeza inigualable, de una veracidad actoral impresionante y de una humanidad palpable. No hay romanticismos, ni trucos cinematográficos, es como la vida misma, compleja, sin respuestas fáciles, llena de cuestionamientos, difícil de ver y atrapadora a la vez, muy cómica y fresca y tremendamente dura y triste.

No cabe duda que Martín es un autor de su cine y su estilo será reconocido como único, no sólo en Bolivia sino también en el mundo.

Lo más bonito y mis mejores años describe una moderna fábula acerca del significado que puede llegar a tener la vida humana en medio del caos, el consumismo, la apatía y la alienación a los que ha desembocado la sociedad en la que les ha tocado vivir.

A la primera imagen el espectador es desafiado a una propuesta visual inédita en el cine boliviano. La cámara volátil "como el ojo de un insecto" en palabras de Martín Boulocq – no da reposo.

Un cacharro oxidado es el ancla de la trama, simbolizando el peso de nuestra historia, que hay que "vender" para abrir el futuro.

El lenguaje visual que Boulocq utiliza es único y arriesgado por lo que la crítica lo comparó con Jim Jarmush y otros directores que han seguido un camino propio al momento de pensar la escena y posicionar la cámara.

Martín Boulocq recibió el premio a Mejor Ópera Prima y una mención del jurado de la FEISAL en el Festival de Guadalajara por la película.