“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

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  • El Chacotero sentimental, la película más vista en la historia del cine chileno

    El Chacotero Sentimental es la película más vista en toda la historia del cine chileno. Para muchos esto es el síntoma de un cambio, para otros, un caso particular.

    La única variación que puede ser constatada es el fin del referente de la dictadura militar. Una ola de carcajadas llenó la sala erizando el terciopelo rojo de las butacas. Los rostros sonrientes evidenciaron la complicidad entre los espectadores, iluminados por el resplandor de la pantalla.

    Afuera, la gente agitaba sus entradas mientras esperaba en una larga fila su turno para ver el estreno. La cartelera ofrecía El Chacotero sentimental, una película chilena.

    Durante mucho tiempo se ha criticado al cine nacional de hermético y aburrido. Sólo en algunos períodos muy cortos películas chilenas lograron la atención de la gente. Es el caso de Caluga o Menta (1990), de Gonzalo Justiniano, que vendió más de doscientas mil entradas; de Johny 100 pesos (1993), de G. Graef Marino, que alcanzó los 100 mil espectadores, y Amnesia (1994), de Justiniano, con 45 mil. 

    Los años siguientes las cifras descendieron hasta que en 1997 apareció Historias de Football, de Andrés Wood, y el cine comenzó a repuntar de nuevo. 

    En general, no hay una lógica muy clara en la aceptación que estos largometrajes han tenido, ni necesariamente una relación directa entre éxito y calidad.

    Algunas realizaciones pasaron sin pena ni gloria a nivel nacional, pero fueron nominadas o premiadas en festivales extranjeros: La Luna en el espejo(1990) de Silvio Caiozzi, La frontera (1991), de Ricardo Larraín y Mi último hombre, (1996) de Tatiana Gaviola.

    Pero El Chacotero... arrasó con más de 500 mil espectadores, superando el récord histórico de Ayúdeme Ud. Compadre, dirigida por Germán Becker y que ostentaba la cifra de 370 mil entradas. Como exclamó su director Cristián Galaz: "Lo más importante es que se derribó el mito de que la gente no va al cine y que el cine chileno no le interesa a la gente". El boom cinematográfico generó una sensación de etapa culminada o de una que comienza. EL optimismo se extendió entre los realizadores cinematográficos, partiendo por el propio Galaz: "Es el descueve que haya ocurrido un cambio con una película de uno".

    Es el mismo sentimiento que expresaron directores como Edgardo Viereck:  El Chacotero.. da la idea de cómo hay que hacer cine en este país: barato, con buenas historias, bien actuadas y con temas atractivos para el público", señaló preparándose con su comedia Mi famosa desconocida, estrenada la tercera semana de mayo. Pero las apreciaciones y proyecciones que se cuelgan de este éxito pecan de condescendientes y prematuras. No es posible prever el real alcance que tendrá este film, tanto en términos cinematográficos, como en el comportamiento del público. No se puede saber si este logro es un cambio sustancial, porque no hay nada que garantice un ascenso definitivo del cine chileno. El Chacotero sentimental podría ser sólo un hecho aislado.

    Probablemente el único cambio palpable sea la desaparición del tema referente a la dictadura militar que expiró con Amnesia, de Gonzalo Justiniano, en el año 94.

    Durante años las temáticas giraron sobre el mismo tópico. La marca moral que este período dejó fue tan profunda, que recién en vísperas del dos mil los contenidos cinematográficos se liberaron del discurso político ideológico. 

    ¿A qué se debe el éxito de El Chacotero? ¿Cómo logró Galaz interpelar a un público que desde hace mucho tiempo estaba encandilado con Hollywood? 

    Lo que sostiene el cineasta y director de la Escuela de Cine de Chile, Carlos Flores, es que El Chacotero cubrió un campo temático del espectador común y corriente, aproximándose a los gustos de una sociedad más contemporánea. "Lo determinante en el éxito de esta película es la presencia de lo excluido", afirmó. "La sensibilidad contemporánea tiene que ver con el hastío de lo convencional y un placer por lo no convencional", prosiguió.

    Las voces anónimas, el universitario que es amante de una mujer casada, el padre que mantiene una relación con su hija, son elementos que se ocultan diariamente y que encuentran el punto de fuga en esta historia. Todas las zonas que no están instaladas se vuelven de interés.

    Tal vez por ello el celuloide se incendió por años con la indiferencia de los espectadores. La tortura, el exilio, fueron protagonistas de la mayoría de las narraciones. Elementos que inicialmente pertenecieron a lo excluido, fueron sobrexpuestos y se convirtieron en aquellos temas admitidos y conversados.

    La película recién estrenada, Coronación, dirigida por Silvio Caiozzi, nada tiene que ver con el largometraje de Galaz. La historia y el estilo se desplazan dentro de los cánones establecidos, sin amenazar en ningún momento los límites de lo convencional. Lo excluido es reemplazado por lo permitido y tal vez por ello, a pesar de su buena crítica, no ha tenido tanto éxito. Hablar de un cine "post Chacotero", como la prensa ha denominado a las películas del dos mil, es poco riguroso.

    Habrá que esperar los próximos estrenos para constatar si El Chacotero... es portador de una nueva escuela o sólo un nuevo éxito en el lento desarrollo del cine nacional.
     


     


    (Fuente: 2netexplora.co)



    Más información en: www2.netexplora.com


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