A Carlos Azpúrua, director de cine y relevante promotor cultural, le fue otorgado el Premio Nacional de Cine 2006. El jurado que le otorga el premio, razona diciendo: "Carlos Azpúrua auna a la destacada actividad gremial y política en defensa y desarrollo del cine nacional en diversos y exigentes escenarios...a la realización cinematográfica en términos de indiscutible relevancia, a través de una amplia filmografía reconocida nacional e internacionalmente que abarca el cortometraje y el largometraje, el documental y la ficción, proponiendo invariablemente temáticas de honda raigambre de nuestra cultura ancestral y de nuestros más acuciantes problemas actuales".
Desde su primer documental, Yo hablo a Caracas (1977), la obra de Azpúrua se ha destacado por la calidad cinematográfica, aunada al tratamiento de temas sociales, políticos y ecológicos que generan polémica y sensibilizan a la población. Yo hablo a Caracas y Amazonas, el negocio de este mundo, fueron las primeras denuncias públicas sobre los métodos de evangelización ejercidos sobre los indígenas venezolanos en el Amazonas por los grupos protestantes de las Nuevas Tribus, que años después fueron expulsados del país, al demostrarse lo que Azpúrua había expuesto en su documental.
Al opinar sobre el premio que recién se le otorgara, Azpúrua expresa que con él se está reconociendo no solo su obra, si no que se hace justicia con los pueblos indígenas y con los derechos humanos de grupos que han sido explotados en este país.
Esta sensibilidad de Azpúrua se capta también cuando produce ficción, como lo fue con su primera película, Disparen a Matar (1990), que trata el tema de la impunidad policial y obtiene 18 premios internacionales, entre ellos el Colón de Oro de Huelva (España).
En este mismo tenor, su segunda película, Amaneció de golpe (1998), narra una historia en el contexto de la sociedad venezolana y las insurrecciones militares de principio de los noventa. El film obtiene 12 premios nacionales e internacionales, entre ellos el premio del público y de la crítica en el Festival de Huelva (España) y el premio del público en el Festival de Biarritz (Francia), entre otros. En total, la obra de Carlos Azpúrua, entre sus documentales y sus películas de ficción, ha obtenido algo más de ochenta premios nacionales e internacionales.
El claro compromiso político y social de Azpúrua y su posición ideológica está lejos de convertir a su obra cinematográfica en panfletaria y logra vencer los prejuicios, "cuando uno es honesto con su trabajo -dice el cineasta- y esa obra se conecta sana y creativamente con el país, trasciende los prejuicios que pudieran aparecer en el momento de juzgarla".
Esto será posible que usted mismo lo vea en su próxima película, Mi Vida por Sharon, ¿o qué te pasa a ti? , "Este film es una obra jocosa, a partir de una historia que le puede pasar o ha pasado a cualquiera de nosotros y que servirá para la reflexión sobre el modo de comportarnos los venezolanos y venezolanas en situación de crisis. Es una película para reírnos de nosotros mismos", dice su director.