“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)
ENTREVISTA
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El documentalista Silvio Tendler habla sobre su filme/denuncia contra el rumbo del modelo adoptado en la agricultura BrasileñaPor Aline Scarso
Silvio Tendler es un especialista en documentar la historia Brasileña. Ya lo hizo a partir de João Goulart, Juscelino Kubitschek, Carlos Mariguela, Milton Santos, Glauber Rocha y otros nombres importantes. En su último documental, Silvio no define ningún personaje particular, pero alerta de una cuestión grave que actualmente afecta la vida y la salud de los brasileros: el envenenamiento a partir de los alimentos.
En el documental llamado El veneno está en la mesa, lanzado el lunes 25 de 2011 en Río de Janeiro, Silvio Tendler muestra que Brasil esta envenenando a su población diariamente a partir del uso abusivo de agrotóxicos en los alimentos. En un ranking para avergonzarse, el brasilero es el que más consume agrotóxicos en todo el mundo, la cifra promedio es 5.2 litros por habitante. Las consecuencias, como muestra el documental, son desastrosas.
En una entrevista exclusiva a Brasil de Fato, Silvio Tendler dice que el problema está en el modelo de desarrollo Brasilero. Y su film, que también es producto de la “Campaña Permanente contra los Agrotóxicos y a Favor de la Vida”, liderada por una decena de movimientos sociales, nos lleva a una reflexión sobre el rumbo que esta tomando ese modelo.
Brasil de Fato: Usted que es un especialista en registrar la historia de Brasil, ¿Porque resolvió documentar el impacto de los agrotóxicos sobre la agricultura y no otro tema nacional?
Silvio Tendler: Porque a partir de ahora estoy queriendo discutir el futuro y no del pasado. Yo tengo mucho respeto por el pasado, me encantan los filmes que hice, me gusta mi obra. Además, mis filmes no se tratan del pasado, se tratan de una reflexión que ayuda a construir el presente y de cierta forma, el futuro. Me preocupa muchísimo. La verdad, la idea de ese filme nació de una conversación con Eduardo Galeano en Uruguay, hace unos dos años atrás, en que discutíamos acerca del mundo, el futuro, la vida. Mi amigo Galeano estaba muy preocupado porque Brasil era el país que más consumía agrotóxicos en el mundo. El mundo esta siendo completamente intoxicado por una industria completamente innecesaria y codiciosa, cuyo único objetivo es ganar dinero. Quiero decir, no tiene ningún sentido para la humanidad que justifique ese daño terrible que se le están haciendo a los seres humanos a la madre tierra. A partir de ahí decidí trabajar en este tema. Converse con João Pedro Stédile [coordinador del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra], y me dijo que también estaban preocupados por eso también. Por coincidencia, surgió la Campaña Permanente contra los Agrotóxicos, movida por muchas entidades todas absolutamente muy respetadas y respetables. Entonces nos asociamos para que el filme quedara listo pronto. Es un filme que va a tener una continuación, porque yo ahora quiero trabajar en esos temas.
Entonces sus próximos documentales tratarán este tema?
Para que te hagas una idea, el contrato inicial de ese documental dice que debería ser realizado en 26 minutos, pero el tema era tan extenso y había tanto para decir. Entonces lo hicimos en de 50 minutos. Y los que vieron el filme, en vez de decirme “Esta muy largo”, dijeron “Esta demasiado corto, usted tiene que hacerlo mas extenso, hablar mas de estos temas”. Esto quiere decir que es un tema extenso e interesante. Quiere decir que hay mas temas así para analizar y discutir, y de ahí me entusiasme con la idea y estoy pensando trabajar en temas relacionados a la destrucción del planeta por cuenta de un modelo de progreso perverso que esta siendo adoptado. Un asunto que debe ser discutido urgentemente, que se relaciona directamente con el tema del film, es el agronegocio. Es el modelo de desarrollo brasileño. Quiero decir, por qué expulsar de sus tierras a los trabajadores para que vivan de forma marginal, provocando la aglomeración en las ciudades y la reducción de la calidad de vida para todos, porqué si ya faltaba espacio donde vivían 5, ¿podrán vivir 15? ¿Porqué se implanto en Brasil ese modelo que expulsa a la gente de las tierras para concentrar la propiedad rural en unas pocas manos, ese modelo de desarrollo (progreso), todo mecanizado, industrializado, desempleando mano de obra para que unos pocos se vuelvan ricos? Esto es absurdo. Todo esto esta vinculado a la explotación predatoria de la tierra, de la naturaleza. ¿Por qué nos tenemos que desenvolver en el mundo, en la tierra, en Brasil en función del lucro y no de los derechos del hombre y de la naturaleza? Esas son las cosas que quiero discutir
Usted también mostró que los trabajadores que no fueron expulsados del campo están muriendo por aplicar agrotóxicos en las plantaciones. El impacto en la salud de los agricultores es muy grande…
Es más grave que eso. En verdad los agricultores están obligados a usar los agrotóxicos, si no los usan no les dan crédito en el banco. Los bancos no financian la agricultura que no sea con agrotóxicos. Incluso hay un campesino que habla sobre eso en el documental, se llama Adonai. El cuenta que el día en que el inspector del banco va a fiscalizar y verificar si compraron los productos, si no tienen las boletas de las semillas transgénica, de los herbicidas, etc. estás obligado a devolver el dinero. Entonces no es verdad que el campesino agricultor tiene derecho a decidir “no plantaré transgénicos”, “No trabajaré con herbicidas”, o a decir “quiero trabajar con agricultura orgánica natural”. Porque para el banco, la garantía de que la cosecha va a dar buen resultado no es el trabajo de el campesino y su relación con la tierra, son los productos químicos que son usados para eliminar pestes, eliminar plagas. Ese modelo esta completamente errado. El campesino no tiene ningún crédito alternativo, que le de el derecho de hacer otro tipo de agricultura. Entonces dejan a las personas muriendo como empleadas del agronegocio, como tienen a Vanderlei, que aparece en el filme. Después de tres años haciendo tantas mezclas de agrotóxicos murió de una falla hepática grave. Hay otra señora de 32 años que esta casi paralítica por trabajar con agrotóxicos en las plantaciones de tabaco.
La impresión que da es que los brasileños se están envenenando sin saber. ¿Usted cree que el film puede contribuir a poner el asunto en discusión?
Creo que la discusión es precisamente esa, una discusión política. Yo de cierta manera, despolitice a propósito el documental. Yo no quería hacer un discurso en defensa de la reforma agraria o contra el agronegocio para no politizar la cuestión, para que no parezca que en verdad, la gente no quiere comer bien, la gente quiere dividir la tierra. Y son dos cosas que a pesar de que están relacionadas no quise abordar. Yo no quise, digamos, asustar a la clase media. Yo solo estoy mostrando los daños que los agrotóxicos provocan en la vida de la gente, para que la clase media se convenza que tiene que luchar contra los agrotóxicos, que es una lucha que no es individual, es una lucha colectiva. Hay mucha gente que parte del principio “ ah, ya sé, cerca de mi casa hay una feria orgánica y me voy a comprar allá” porque son personas con mayor poder adquisitivo y pueden hacerlo. Pero la cuestión no es esa, la cuestión es política porque el agrotóxicos esta infiltrado en nuestro cotidiano ¿Entiende? Lo quiera usted o no, los agrotóxicos llegan a nuestra mesa a través del pan, de la pizza, del macarrón. El trigo es un trigo transgénico que llega a ser tratado hasta con ocho cargas de pulverizador por año. Vas a una pizzería a comer una deliciosa pizza y lo que esta allí frente a ti es un transgénico. Y lo que esta en tu mesa es veneno. Eso no depende de usted. Hoy en día nada escapa. Entonces o te conviertes en un monje recluso plantando sus hortalicitas y su tierrita, o eres una persona que va a estar expuesta a eso y será obligada a consumir.
¿Como evalúa usted el gobierno de Dilma a partir de esa política de exención fiscal para el uso de agrotóxicos en el campo Brasileño?.
Déjame decirte que el gobierno de Dilma está comenzando ahora, no lleva ni un año, entonces no da para atribuirle responsabilidades por esas políticas. En verdad ese film va a servir de alerta para ella también. Muchas de las cosas que se dicen y se muestran en el filme, ellos (el gobierno) no tienen conciencia. Ese film no es para vengarse de nadie. Es para alertar. Quise decir en verdad usted vive en Brasilia, usted esta lejos del mundo, y alguien dice para usted Ah, eso es frescura de la izquierda, ese problema no existe”, y los informes que colocan en su mesa omiten las cifras de las personas que están muriendo por exponerse a los agrotóxicos, las muertes son las comas en las estadistas entiendes? Creo que estamos a tiempo de mostrar que muchas vidas no serían sacrificadas si la gente optara por un modelo de agricultura más humano, mas basado en los insumos naturales, en un manejo sano de la tierra, en vez de intoxicar con veneno los ríos los lagos los embalses, las personas, los bebes y niños que viven a nuestro alrededor, entiende? Creo que sería muy bueno que ese filme llegara a las manos de la presidenta, y ella pudiera tomar conciencia del modelo en el que estamos viviendo, y de ahí en adelante comenzara a cambiar las políticas.
En el documental usted optó por no hablar con las empresas productoras de agrotóxicos ¿Esa idea quedó para algún próximo documental?
Era porque no quise hacer un filme que abriese una discusión técnica. Si las empresas reclamaran mucho y pidieran hablar yo los oigo. Yo ya recibí algunas solicitudes y deje las puertas abiertas.
Es porque yo no quería hacer una película que abriera un debate técnico. Si las compañías realmente quejarse y pedir la palabra, que he oído. He recibido algunas solicitudes y dejó las puertas abiertas. En Ceará, filmé a un tipo que trabaja con ganado lechero que estaba muriendo contaminado por causa de una empresa vecina. Yo lo filme, la empresa vecina reclamó y yo deje la puerta abierta diciendo “Perfecto trabajaré pronto en eso en un próximo filme”. Si las empresas que manipulan y producen agrotóxicos me llaman, yo voy. Yo me voy a basar científicamente en la cuestión y me voy a informar bien, porque ellos son expertos en vender la pomada. Quieren hacerte creer que si estas comiendo veneno pero que todo esta bien que no pasa nada (risas). Y yo necesito ayuda –subsidio-para decir que no, que esos venenos no son necesarios para mi vida. En un primer momento quise poner la discusión sobre la mesa, pero ya algunas personas me han advertido tratando de asustarme, “te van a poner una querella “, pero estoy en esta vida para vivirla. Si el tipo quiere querellarse por un documental en el que dije la verdad, pues que lo haga, está en su derecho. Ahora yo también estoy en mi derecho como cineasta a decir lo que pienso, a expresarme.
¿Ese documental (filme) será lanzado solamente en Río o en otras capitales también?
Yo estoy convidado para Pernambuco en septiembre, lo que ocurra con el filme es independiente de mi. Ese filme esta siendo distribuido con el sello de “copie y distribuya” y no estará a la venta. La gente va a hacer algunas copias y distribuir dentro del sentido de multiplicación, en el cual las personas reciben las copias hacen nuevas copias y las distribuyen. El ideal es que cada entidad, que son más de 20 apoyando la campaña, consiga distribuir por lo menos 1000 unidades. Ahí ya tenemos 20 mil copias para ser distribuidas. Y después tenemos los estudiantes, los movimientos sociales sindicales, los profesores. Va a ser un tema para discutir en Brasil. Tenemos que llevar ese documental para Brasilia, para el Congreso, para la presidenta de la República, para el ministro de Agricultura, para Ibama. Todo el mundo tiene que ver ese film
Y la expectativa es buena, entonces?
Si, soy muy optimista siempre lo fui.
Noticia Fuente: http://brasildefato.com.br/node/6965
(Fuente: rap-al.org)
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