El cine "tiene diferentes espacios", permite mostrar "cosas que exceden el relato formal de la historia" a través de la cual "se puede hacer el ejercicio de narrar cosas que están más cerca de la realidad que de la ficción", declaró a la AFP el argentino Pablo Trapero, cuya película Leonera fue presentada en competición en el Festival de Cannes.
En entrevista el cineasta argentino comentó así su filme, que es a la vez el retrato de una mujer confrontada a la tragedia y una crónica sin concesiones del universo carcelario en el que están encerradas las mujeres con sus hijos pequeños.
Trapero la concibió pensando "en las películas de los años 50 en las que hay una heroína que va adelante contra todas las dificultades"; me "gustaba la idea de que remitiera a las tragedias clásicas del cine de otras épocas", dijo, afirmando que pensó en Ford, Rossellini, Huston o las primeras obras de Fellini. "Pero eso no quiere decir que yo me compare con ellos, de ninguna manera" agregó.
"Creo que es la primera vez que hago una película con una mujer como protagonista excluyente, con un universo completamente femenino, en el que los hombres solo participan periféricamente", comentó.
El director explicó que cuando empezó su investigación para escribir la película, le sorprendió "la falta de información que había sobre esa realidad de los niños presos con sus madres", una "realidad tan frecuente como ignorada, como si la sociedad no soportara mirarla".
"Pienso que la película puede abrir el espacio para que, en los lugares donde se vea, permita una reflexión sobre esa situación que pone en contradicción dos derechos del niño: vivir en libertad y estar con su madre", dijo, explicando empero que, para él, Leonera narra "ante todo una historia de amor". "Es el amor entre Julia y Tomás, su hijo, en un contexto que juega contra ellos. Es ese tipo de historias en el que el contexto se opone a los sentimientos más íntimos", declaró.
Para preparar el guión "visitamos cárceles, hablamos con presas, con ex presas, con abogados, con jueces, con asistentes sociales, con muchas personas involucradas en ese ambiente. Lo bueno fue que desde antes de la escritura encaramos la investigación con Martina (Gusmán, su esposa e intérprete del rol principal) y ella pudo empezar a preparar su personaje con mucha anticipación", explicó Trapero.
Leonera se estrenará en Argentina el próximo 29 de mayo, pero Trapero trabaja ya en otros dos proyectos, desarrollados en paralelo: "uno se llama Pampas y otro No pasarán". Paralelamente, sigue con atención la salida en salas de La rabia, de su compatriota Albertina Carri, producida por su empresa Matanza Cine.
El director comentó también la abundante presencia de obras argentinas en el Festival de Cannes, pero desestimó toda definición de los directores argentinos en una corriente. "Los directores que hacemos películas en Argentina no trabajamos tras la idea de un manifiesto o de una manera formal de construir las películas, nos acompañamos y conversamos, pero no hay la idea de que las películas estén trabajadas bajo un mismo método de producción, de trabajo con los actores o de construcción formal que las unifique", argumentó.
"Ayuda que haya tantas películas, porque las películas dialogan entre sí, pero me parece que las definiciones no las ayudan, porque en ese caso pierden su particularidad", insistió, y recalcó que para un director "cada película es un nuevo desafío, una nueva propuesta, un universo por explorar".