El cineasta Josué Méndez acaba de regresar del Festival de Locarno (Suiza), donde presentó su segunda película, Dioses, y ahora se prepara para su exhibición en el de Toronto (Canadá) y el de San Sebastián (España) antes de su estreno en octubre en las salas limeñas. "Los suizos tienen una visión más seria y no tienen nuestro sentido del humor. Pueden ver de una manera seria tu trabajo y eso está bien. Es un lindo festival, muy masivo", cuenta.
Luego de que estrenaste la película en el Festival de Lima, ¿qué balance haces de las críticas?
El objetivo era hacer algo distinto. Para alguien que esperaba ver algo similar a Días de Santiago puede ser frustrante, pero la gente más tolerante puede aceptarla.
¿Has vivido algún trauma en el pasado para querer desenmascarar así a la clase alta? ¿Qué fue lo más desagradable que encontraste?
He tenido muchos traumas (risas), pero la película no es algo que yo viví, sino sensaciones que tuve desde chico cuando iba a casas de playa y reuniones. Una persona me dijo que no permitían entrar a las empleadas a la piscina, porque sus órganos sexuales podían contaminarla. A la gente de clase más humilde puedes sacarle sus verdaderos sentimientos, pero la de clase alta es muy hermética, viven en casas donde la servidumbre está casi esclavizada y cada uno cumple su rol sin contar nada.
Creo que hay resentimiento de la clase menos privilegiada, pero también el deseo de escalar.
Hay una contradicción. Los peruanos siempre nos comparamos, hay mucha competencia, sacamos conclusiones antes de tiempo... Siempre criticamos a la clase alta y cuando te invitan a una casa de playa, nadie raja... Siempre preguntan cuál es tu apellido, de qué colegio eres.
El incesto se ve mucho en la serranía, pero lo has mostrado en la clase alta donde se mantiene oculto.
Quería expresar la monogamia de una manera extrema, porque todos salen con las primas y se reparten las enamoradas.
Definitivamente tu tercera película será muy distinta.
Ya hay ideas para la tercera película y de hecho que será distinta. Cada película tiene su público.
¿Te gustan las críticas?
Me encantan, porque explican lo que has hecho.
Sobre todo si has contado con la asesoría de un director como el británico Stephen Frears.
Gracias a eso se crea una red de contactos. Lo interesante es que la gente de afuera no vea todo el tiempo del cine latinoamericano a personas tristes, feas y pobres, sino también personas lindas que tienen sus problemas. Yo pienso que más se pueden identificar con Dioses que con Días de Santiago.
¿No te molesta que comparen a Dioses con la serie Esta sociedad?
No, espero a que la vean, porque para mí es distinta.
¿Esperas ganar premios como con Días de Santiago?
Creo que le va a ir muy bien a nivel de festivales, porque los premios son más dirigidos a óperas primas.