El mexicano Enrique Rivero ha buscado con su ópera prima, Parque vía, contar "la monotonías y costumbres que tenemos todos" y el hecho de que podemos reaccionar de manera violenta si nos cambian la rutina.

Es la historia de Beto, un hombre de 69 años que se dedica a cuidar una casa enorme en venta desde hace años y cuyo contacto con el mundo exterior se limita a apenas tres personas.

Una idea que le surgió al director cuando conoció a Norberto Coria, "Beto", el protagonista del filme y que en la vida real se dedica a cuidar la casa de la película, que también lleva años en venta.

Rivero, mexicano nacido en Madrid e ingeniero industrial de formación, decidió dedicarse al cine tras vivir una temporada en Estados Unidos, de donde salió huyendo, porque no le gustaba ese tipo de sociedad, explicó en una entrevista con Efe.

Con su primer proyecto ha ganado el Leopardo de Oro del Festival de Locarno (Suiza) y una repercusión en su país que sorprendió especialmente a Beto, un hombre que salió por primera vez de su país para ir al certamen suizo y al que el reconocimiento público ha hecho muy feliz.

A través de él, Rivero ha querido contar una historia en la que contrastara la calma interior en la casa y la "pura violencia exterior".

"En México existe toda esta cultura del morbo sobe la violencia, con muchos programas de televisión y que llega un momento en que la gente se ríe de las noticias macabras", explicó.

Y para marcar más ese contraste, Rivero decidió dar mucho protagonismo al interior, a la casa.

"Cuando empecé a escribir el guión tenía claro que tenía que presentar al personaje y a la casa de forma conjunta", porque era la única forma "de saber por dónde va la historia desde el primer plano".

Además utilizó un estilo narrativo muy específico, muy sencillo. Con muchos planos fijos, apenas diálogos y en la que la casa y el hombre son protagonistas a partes iguales.

Fuera de la casa, un exterior que apenas se muestra pero que está presente a través de las noticias, siempre violentas, que salen por la televisión.

Una violencia que genera un miedo en el protagonista, que acaba desarrollando una especie de agorafobia que le impide llevar una vida normal, en compañía de otras personas, reseñó Efe.

Tras pasar por San Sebastián, la película irá al Festival de Cine de Albacete (España), a Londres, al Festival Internacional de Cine de Valdivia (Chile) y a Tokio, resaltó Rivero, que luego regresará a México para tratar de conseguir distribución para su filme.