Los bastardos: emigración, racismo y violencia según Amat Escalante
Más de un año después de estrenarse en Cannes, cuyo festival propició la escritura de su guión, Los bastardos
se estrenó el pasado fin de semana en su país, de manos de su director,
el mexicano Amat Escalante. Se trata de un impactante filme sobre dos
emigrantes en Estados Unidos, que ha sido recompensado en este año
largo en varios festivales. El miedo y la desconfianza a la diferencia,
en una palabra, la xenofobia, a la que se refiere la segunda cinta de
Escalante, mostró su vigencia desde el lanzamiento en 2008.
Y es que cuando la cinta iba a estrenarse el Festival de la Costa Azul, en mayo del año pasado, uno de sus protagonistas sufrió una serie de humillaciones por supuestas medidas de seguridad, basadas únicamente en su aspecto. La de Los bastardos es una de las tantas historias que viven los emigrantes latinoamericanos que buscan el sueño americano al otro lado de la frontera, sin saber lo que les depara el destino.
El segundo filme de Escalante, quien debutó hace siete años con otra cinta que llamó poderosamente la atención, Sangre, narra 24 horas en la vida de Jesús y Fausto, dos jornaleros mexicanos en Los Ángeles. Cada día un trabajo distinto, cada día la misma presión para conseguir dinero. Siguen con su rutina diaria, parados en la esquina de un almacén de mejoras del hogar y esperando a que caiga algún trabajo. Hoy, el trabajo está bien pagado, comparado a su sueldo habitual. Hoy, Jesús lleva una escopeta dentro de su mochila.
"No siento que la película —explica Escalante— haya surgido de una idea en sí, en determinado momento. Mi última película, Sangre, surgió más de una idea en particular que llego a mi mente. Siento que Los bastardos formó parte de mí, de ciertas consecuencias de mis experiencias y circunstancias de vida, que estaban fuera de mi control. He vivido casi el mismo tiempo en Estados Unidos que en México. Mi papá cruzo la frontera como ilegal antes de que yo naciera, y se lastimó las manos. Me ha contado esta historia muchas veces, y de alguna manera me pareció extraño tener que brincar una valla y arriesgar tanto. ¿Y para qué? Otro familiar cercano cruzo la frontera arrastrándose por una alcantarilla durante 12 horas. Así, estas son las semillas de algo que terminó en Los bastardos, junto con muchas otras experiencias que he escuchado".
La escritura del guión fue propiciada por la beca de la Cinéfondation, que recibió Escalante tras su ópera prima, cinco meses en Francia, durante los cuales se comunicó vía Internet con su hermano Martín. "Él es mejor creando la estructura en papel; entonces yo solamente sacaba mis ideas, a veces sin forma, se las mandaba por correo electrónico, él las editaba y estructuraba y después las revisábamos juntos y decidíamos", explica el cineasta.
Los tres principales actores de la cinta son los mexicanos Jesús Moisés Rodríguez y Rubén Sosa y la norteamericana Nina Zavarin. El proceso de selección del reparto no fue fácil, cuenta Escalante: "Una vez más mi hermano Martín trabajó en el casting para los dos papeles principales durante un año y medio aproximadamente. Ahora estoy feliz de haber logrado mi idea extrema de contratar chavos reales y ayudarlos a encarnar una de mis ideas. En el caso de Jesús Moisés Rodríguez, quien interpreta a Jesús, lo encontramos en una obra en construcción en mi pueblo natal, Guanajuato. Él estaba emocionado con la idea, y yo estaba emocionado de haber encontrado esa cara y esa personalidad. Pero fue extremadamente difícil llevarlo a Estados Unidos legalmente. Al principio nos rechazaron, lo cual nos causo un retraso en la filmación, pero al final logramos meterlo al país. Rubén Sosa, quien interpreta a Fausto, llegó a nosotros como uno de esos milagros del trabajo cinematográfico. Después de que a la primera persona que habíamos contratado para ese papel le dio miedo y se salió del proyecto justo dos días antes de comenzar la filmación, nos dejaron con la enorme presión de encontrar a alguien en menos de dos días o posponer todo, lo cual hubiera sido desastroso. Así que todo el equipo tomó las calles y buscaron caras y personalidades. Mi directora de arte y diseño de vestuario, Daniela Schneider, encontró a Rubén en una esquina, así que pudimos empezar a filmar al siguiente día".
El estreno, con 20 copias, culmina la larga marcha de Los bastardos por festivales como los de Morelia, Guadalajara, Sitges, Mar de Plata, Bratislava... "Creo que lo más interesante e increíble que he hecho de nuevo con mi segundo largometraje, a nivel personal, es trabajar con dos personas que no son actores, que al principio no pueden ni creer que van a hacer una película, y después llegar hasta el festival de Cannes y luego a cines con ellos es una experiencia que te cambia la vida, tanto a ellos como a mí", asegura Amat Escalante.
(Fuente: NOTICINE.com)