“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

CRITICA


  • La perrera, otra buena muestra del cine uruguayo
    Por Christian Acero

    Ganadora del Festival de Cine de San Sebastián y del Tiger Award en Rotterdam, llegó la cinta uruguaya La perrera, de Manuel Nieto, a las pantallas del 22 Festival Internacional de Cine en Guadalajara, demostrando que la esencia del drama se encuentra en las más sutiles y cotidianas situaciones, lejos de las explosiones o tragedias al estilo Hollywood. Narra la historia de David (Pablo Riera), un joven de 25 años, desorientado, nihilista, reflejo impecable de la "generación X" y producto de la deficiente comunicación entre padres e hijos de la actualidad.

    En ese marco tan peculiar, el director hace una crítica severa del modelo de familia, de la amistad y de la drogadicción y habla, sin caer en el melodrama juicioso, de la amistad, de la traición y de la desesperación generada por una vida sin sentido, temas de profunda actualidad.

    Uno de los mayores retos de La perrera era para la dirección actoral. El grupo de amigos del protagonista lo forman en su mayoría reales constructores de casas, no actores procedentes de la zona donde se rodó, el balneario La Pedrera, en el departamento de La Rocha, lo que demuestra que Nieto posee gran calidad como director, a pesar de que este es su primer largometraje.

    La perrera se define como una obra de gran sutileza, porque no es una cinta complaciente y, a pesar de ello, de su crudeza, en el filme de Nieto Nas no hay una sentencia explícita: sabemos a dónde apunta el destino del personaje, pero el final queda abierto. Sus recursos narrativos y dramáticos se concentran en las acciones de sus personajes, en ese ambiente donde "parece que no pasa nada". Usa poca música, lo cual es un acierto, ya que este es quizá el elemento más condicionante y determinante para el espectador.

    La perrera se une a las últimas películas -joyas- del cine uruguayo, como 25 Watts (2001) y Whisky (2004), de Pablo Stoll y el fallecido Juan Pablo Rebella, construídas con un trasfondo de vacío y desolación en medio de la falacia de la actualidad. Manuel Nieto, nacido en Montevideo en 1972, de nacionalidad española a causa de su ascendencia gallega, no pudo llegar a esta presentación, debido a que actualmente se encuentra en rodaje.        


     


    (Fuente: Días de Cine, suplemento de La Jornada, Jalisco)


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