Pasado y presente del cine brasileño se amalgamaron en la vigésimo segunda edición del Festival Internacional en Guadalajara para hablar de una evolución que, avanzando desde el anonimato de Nelson Pereira y Glauber Rocha, o a través del reciente estallido mundial de un cine carioca naturalista y duro en cuya estética juega un papel predominante el fotógrafo Walter Carvalho, ha mantenido el compromiso social y la fuerza de una realidad que se manifiesta a quemarropa.
La expansión del Festival de Cine en Guadalajara al ámbito internacional no hubiera podido suceder de la mejor manera sin antes tener un diálogo necesario con otro de los polos más emblemáticos de la cinematografía latinoamericana: Brasil, país invitado de honor al encuentro cinematográfico de primavera que aportó a México la experiencia de los años de esplendor de una industria sustentada en las políticas culturales y de su cine independiente que ha mantenido la producción como una constante.
El diálogo con el cine brasileño tuvo como álgidos interlocutores a importantes figuras de la constelación cinematográfica brasileña; Nelson Pereira dos Santos, a quien se le rindió homenaje con una amplia retrospectiva de su producción; al escritor Ruben Fonseca, que presentó el largometraje El hombre del año; Walter Carvalho, fotógrafo de quien se presentó una exposición de fotografías estrechamente vinculadas con el espectro del cine brasilero actual; Fernando Pimienta, artista gráfico a cuya sensibilidad pudieron aproximarse los cinéfilos a través de su serie de carteles de películas, y Orlando Senna, secretario del Audiovisual del Ministerio de Cultura de Brasil.
Nelson Pereira
El Festival Internacional de Cine en Guadalajara dedicó su sección de Homenaje del Cine Iberoamericano a este realizador, considerado el padre del cine brasileño moderno, por su aportación a la cinematografía latinoamericana desde todas las vertientes del espectro, pues el artista originario de Sao Pablo, además de director, se ha desempeñado como guionista, productor, fotógrafo, editor, actor y crítico de cine del Jornal do Brasil.
Además de figurar en la historia fílmica de Brasil como un pilar del cine independiente, a Nelson Pereira Dos Santos se le reconoce como precursor del cinema novo, detrás del cual se percibía un férreo compromiso social cuyo aliento impacta en las nuevas generaciones de cineastas.
La filmografía de Nelson Pereira es un complejo prismático a través del cual se observa la compleja realidad sudamericana y el Festival Internacional de Cine en Guadalajara ofrece una retrospectiva de su producción en la que se apreciaron filmes que dan testimonio de la diversidad cultural y social aprehendida por la lente de Nelson Pereira; en El amuleto de Oggún y La tienda de los milagros profundiza en la religiosidad de su pueblo, poniendo de manifiesto los conflictos entre la religión candomblé y un mundo lleno de truhanes o dominado por una ideología totalizante; en Vidas secas y Cómo era bueno mi francés, el director retrata los complejos entramados sociales y culturales de su país natal, ya sea para demostrar la repercusión de la historia en el presente o para delatar los desequilibrios de la historia presente.
Walter Calvalho
Con una exposición fotográfica que reunió obras emblemáticas de sus tres décadas de trabajo y que tuvo como sede la Casa Escorza, se rindió tributo a este fotógrafo que ha esbozado con luz la imagen de un Brasil contrastante y que ha trabajado en más de 60 películas dirigidas por directores como Nelson Pereira dos Santos, Luis Farias, Sandra Werneck, Zelito Vianna, Walter Salles, Karim Aïnouz y Héctor Babenco, los cinéfilos de reciente filiación al cine brasileño pudieron reconocer más su labor por la mancuerna establecida con este último director en Carandiru. En el Festival pudimos apreciar el regreso de Walter Carvalho a sus orígenes cinematográficos: el documental, solo que en esta ocasión se podrá observar su trabajo como director en Moacir Arte Bruto.
Fernando Pimienta
En las décadas de los 70 y los 80, hablar de cine brasileño remitía inevitablemente al artista gráfico Fernando Pimienta, quien elaboró cientos de carteles de películas de manera casi artesanal, partiendo de técnicas como la serigrafía, el dibujo y la fotografía. La obra de Fernando Pimienta se exhibió en el Museo Raúl Anguiano.
Orlando Senna
En este Festival adquirió presencia el proyecto Revelando los Brasiles, impulsado por Orlando Senna al frente de la Secretaría del Audiovisual del Ministerio de Cultura brasileño. Este proyecto es punta de lanza en las políticas culturales de Brasil, pues propone la democratización cultural mediante la colaboración con las televisoras públicas del país.
Revelando los Brasiles introduce el uso y ejercicio de las nuevas tecnologías individuales, no solo para exhibir y difundir, sino también para producir una serie de cortometrajes dirigidos principalmente a los sectores sociales que históricamente se han mantenido distantes de los lenguajes audiovisuales. En la programación del Festival se presentaron 11 de estos cortometrajes que abrevan de la materia social que normalmente no aparecen en las pantallas del país.
Tomado de Días de Cine, suplemento de La Jornada.