Mientras escribe y prepara su próximo filme La rabia, la realizadora Albertina Carri habla de su película Géminis, una cruda y pasional historia de amor en el seno de una familia burguesa.
Lucía, una madre llena de pretensiones, cree tener todo en orden bajo los parámetros y costumbres de una típica familia argentina de clase alta, mientras no ve lo que pasa bajo sus narices, en su propia casa. Ezequiel, el hermano mayor de la familia, llega de España para casarse frente a los orgullosos ojos de sus padres. La presencia de Ezequiel y su novia Montse revelará la fragilidad del inmaculado orden, pero la influencia del amor resiste a pesar de la moral impuesta.
Sobre Géminis asegura la directora: "Todavía hoy me pregunto si Géminis es una película sobre el amor o sobre la madre. Y a la única conclusión que llego es que en realidad, estos dos conceptos están unidos y separados por la misma delgada línea que los desborda en sus múltiples miradas. Lucía, esa madre que lleva el discurso de la endogamia, es la más fuerte de todas, la más amorosa, la más débil y la más peligrosa. El resto de los protagonistas la rodean, la odian y la aman, cometen incesto, se van de viaje, callan para siempre, hacen todo para deshacerse de ella y para no separarse nunca de esta persona tan temible como vulnerable.
Cuando el filme se estrenó en Buenos Aires, Carri contó al diario Página 12 que descubrió que "entre los egipcios, que fueron los primeros que estudiaron astrología, el arquetipo de Géminis estaba representado por un hombre y una mujer, hermanos, caminando enamorados por una pradera. Porque para los egipcios ése era el amor más puro, la mejor combinación entre lo femenino y masculino. Ahí decidí volver al título inicial, que aludía a lo que vino después: la moral impuesta, el tabú. Entre los faraones era corriente que se casaran entre hermanos.”
Concluido el largometraje Géminis, Carri ya se encuentra trabajando en el guión de su próximo filme La rabia, ganador en el Festival de Rotterdam de un subsidio para el desarrollo del proyecto. Nacida en Buenos Aires, en abril de 1973, la directora y guionista cursó estudios en la Universidad del Cine y luego se perfeccionó en dirección de actores y puesta en escena. Enriqueció su formación trabajando en cine en el área de cámara con destacados directores nacionales como Maria Luisa Bemberg, Lita Stantic y sus contemporáneos Martín Rejtman y Gaspar Noé.
Durante el año 2000 investigó en técnicas de animación con un subsidio de la Fundación Antorchas, cuyo resultado son los cortometrajes Aurora y Barbie también puede estar triste, premiados en diferentes festivales. El impacto audiovisual del porno con muñecos cruzado con el melodrama clásico, ha convertido a Barbie... en objeto de culto.
A los 24 años filma su ópera prima en blanco y negro, No quiero volver a casa, que participó de los festivales de Buenos Aires, Rotterdam, Londres y Viena. Internacionalmente reconocida por su segundo largometraje Los rubios, realizado mediante una beca del Fondo Nacional de las Artes, obtiene diversos premios en el V BAFICI, en el II Festival de Cine Latinoamericano de Buenos Aires, Mejor Nuevo Director en el Festival de Cine de Las Palmas y Mejor Largometraje en el Festival de Cine Independiente L'Alternativa de Barcelona.
Mientras prepara la producción de sus próximas películas, Carri participa en diferentes foros internacionales sobre Cine, Memoria, Política y Ficción dado que, a partir de Los rubios, se ha convertido en un referente ineludible en estos campos.