¿Cómo se siente al recibir el principal premio de Locarno?

Es una alegría inmensa, casi indescriptible. Me siento como en una nube. Un premio que si bien viene a mí, a un filme mexicano, encierra en sí mismo una enorme significación para todo el cine latinoamericano. Y expresa que el mundo del cine apuesta por Latinoamérica.

Justamente, en una edición como la actual donde la producción cinematográfica latinoamericana estuvo representada en las diferentes secciones del festival.

Sí, es un hecho sorprendente e importante. Y por eso me siento, en cierta forma, representante del cine de nuestro continente que está ofreciendo tantos aportes a la producción mundial.

Su película tiene una corta vida. ¿Puede hablarnos un poco del proceso de producción?

Escribí el guión en la época de Semana Santa de 2006. La rodé en dos momentos diferentes durante 2007. Y la primera copia vio la luz del día apenas 48 horas antes del Festival de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México, donde fue presentada por primera vez. Tuve la suerte de haber podido empezar el proyecto con el financiamiento asegurado. Y con la que ganamos en ese festival pude hacer una nueva copia, subtítulos, etc.

¿Un proceso de elaboración muy veloz?

En efecto. Y con una serie de vibraciones y sentimientos muy positivos desde el inicio mismo del proyecto. Entendiendo que cada etapa era seguida de otra, superadora, hasta llegar a Locarno.

Cuando se dio la posibilidad de presentarla aquí tuve rápidamente la seguridad de que entre mi película y este festival se estaba construyendo una relación de amor cinematográfico y artístico. Y este premio es como el sello visible de esta relación...

El Festival de Locarno es uno de los más importantes eventos cinematográficos de toda Europa. ¿Un salto significativo para una ópera prima?

Sin duda. Y la posibilidad de entrar con nuestra película por la puerta grande de este continente.

¿Tuvo ya ofertas concretas para comercializar el filme en Suiza o en Europa?

Parque Vía fue el primer filme de la competición internacional que se presentó en esta 61ª edición. Fue el 7 de agosto pasado. Desde entonces recibí algunas propuestas. Pero debo confesarle que esperé este momento, el final del festival, para tomar las decisiones. Este premio me permitirá ubicarme en condiciones muy favorables.

En los once días de estadía de Locarno la película se presentó tres veces al público y una vez a la prensa especializada. ¿Cuál es su balance sobre la aceptación de Parque Vía entre los espectadores?

Tuve sentimientos diversos. La proyección ante la prensa me parecía un tanto fría. Hay que decir que veníamos de ganar los premios en el festival de México con todo lo que ello significa. Luego, en la gran sala del FEVI locarnés (capacidad para unos 3 000 espectadores) fue distinto. Sentí muchas más vibraciones positivas y que la gente se apropiaba de mi peli.

¿Qué imagen lleva del Festival de Locarno?

La mejor. Un gran festival que tiene al mismo tiempo la virtud de asegurar un clima predominantemente familiar, con miles de espectadores, con relaciones horizontales y muchas sensaciones maravillosas.

Muchas veces el ganador del Leopardo de Oro es invitado a integrar el jurado internacional en la edición sucesiva ¿Aceptaría?

Swissinfo: Es casi imposible terminar una entrevista con un ganador sin preguntarle por sus proyectos futuros...

E.R.: En tanto que productor tengo en marcha dos películas. En tanto que realizador estoy trabajando en un proyecto del cual está ya algo avanzado el guión. No tiene todavía nombre. Va en la dirección de un retrato de una mujer. Con elementos que hacen al concepto de la eternidad.