A pesar de los avances en términos de visibilización de la inequidad de género y sus consecuencias, las cifras parecen indicar que, en términos concretos, no se ha logrado revertir el sistema de desigualdad en que vivimos a nivel global. Esta también tiene su correlato en las áreas creativas. Desde que creamos el Festival de Cine de Mujeres, a fines del 2010, cada año he ido calculando cuanto del cine chileno ha sido dirigido por mujeres. Han pasado los años y no hay mucho que celebrar en este sentido. Las cifras en Chile son coherentes con las mundiales en donde menos del 20% de las películas son dirigidas por mujeres, y que se vuelve aún menos cuando hablamos de grandes producciones.