Desde la concepción de una película hasta su estreno suele pasar mucho tiempo, a menudo años. Por eso sorprende que el séptimo largometraje de Andrés Wood —el mismo de Machuca o Violeta se fue a los cielos— tenga una lectura tan actual, casi diríamos urgente, y no sólo sobre lo que está pasando en Chile ahora mismo, sino en varias partes del mundo, incluida España. En pocas palabras, Araña es una exploración de los orígenes del ultranacionalismo de extrema derecha como lo que socialmente es: un aparato para defender los privilegios de una clase, a cualquier precio.